Repsol encargó a Villarejo espiar a su jefe financiero, al que despidió con 7 millones y volvió a contratar

Repsol no solo contrató a Cenyt, la empresa del excomisario Villarejo, para espiar a Luis del Rivero y otros ejecutivos de Sacyr cuando la constructora trató de hacerse con el poder de la petrolera en 2010 y 2011. También investigó a su propio director financiero, Fernando Ramírez Mazarredo, según un auto del juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón. Curiosamente, Repsol despidió a este directivo en diciembre de 2010 con una indemnización de 7 millones de euros y volvió a ficharle como asesor externo menos de un año después.

Según el citado auto, los objetivos del espionaje encargado por Repsol y CaixaBank -entonces primer accionista de la petrolera- a Cenyt fueron «Luis Fernando del Rivero Asensio (denominado a lo largo del proyecto como LR, Rio o River), principal objetivo de este proyecto y Presidente de la mercantil Sacyr Vallehermoso SA (SV) hasta octubre de 2011; Natividad Martinez Bolivar, esposa de Luis Fernando del Rivero Asensio; Rodrigo Álvarez Vázquez (denominado como Cid), personal encargado de la seguridad de la empresa Sacyr Vallehermoso SA; Fernando Ramirez Mazarredo (denominado “Maza”), antiguo director financiero de Repsol YPF (RP)» (entonces Repsol incluía YPF por la empresa argentina que posteriormente le fue expropiada).

El encargo de este espionaje, que Villarejo bautizó como «Proyecto Wine» se produjo a raíz del intento de Sacyr de tomar el control de la petrolera, donde había comprado el 20% del capital (a día de hoy todavía mantiene el 8,2%), después de haber fracasado en un asalto similar a BBVA, por el que el banco también encargó a Villarejo el espionaje a Del Rivero.

Sacyr intentó derribar al presidente de Repsol, Antoni Brufau, primero en solitario y después con una serie de aliados sucesivos: la rusa Lukoil, la india Essar y la mexicana Pemex, que también fue espiada, según el auto citado. De hecho, Del Rivero llegó a reunirse con el entonces presidente de CaixaBank, Isidre Fainé, para tratar de llegar a una solución negociada. No hubo acuerdo porque Sacyr pretendía acaparar el poder ejecutivo y derribar a Brufau, nombrado por CaixaBank (y antiguo ejecutivo de La Caixa).

Despedido con un finiquito de 7 millones y vuelto a contratar

Fernando Ramírez Mazarredo, el director financiero, sufrió una peripecia que ahora cobra mayor relevancia a la luz de estas revelaciones de la Audiencia Nacional. Fue despedido de Repsol la víspera de Nochevieja de 2010, con una indemnización que llamó mucho la atención entonces: casi 7 millones de euros. Esta elevada cifra se justificó por la extinción del contrato y por un pacto de no concurrencia que le impedía trabajar para otra petrolera (lo que se conoce como garden leave). El motivo oficial de su salida fue el estándar: «ha decidido rescindir su relación laboral con el grupo por motivos personales y de mutuo acuerdo con la compañía”.

Pero no acaba ahí la historia, sino que Brufau volvió a contratar sus servicios como asesor en agosto de 2011, aunque esta vez como externo mediante una empresa que Ramírez Mazarredo creó ex profeso para este contrato. Poco después de volver a la petrolera, se conoció la alianza de Sacyr con Pemex en el que fue el último intento de la constructora por controlar Repsol.

Pemex también fue espiada

La petrolera estatal mexicana también fue investigada por Villarejo por orden de Repsol y CaixaBank, según García-Castellón: «Asimismo, interesaría a los clientes (K) recabar información de Pemex, que se habría aliado con Sacyr Vallehermoso SA para conseguir el control de Repsol YPF SA y que, días antes de conocerse la estrategia de sindicación, realiza una compra de acciones de Repsol YPF SA», afirma el auto..

El magistrado asegura que «los servicios de investigación contratados se ejecutarían durante los últimos meses del año 2011 y durante la primera mitad del año 2012, por lo tanto, en fechas en las que el investigado Villarejo Pérez era Comisario del Cuerpo Nacional de Policía en activo destinado en comisión de servicio en la Dirección Adjunta Operativa».

Debido a este supuesto espionaje, García-Castellón invita a tomar acciones legales, además de citarles como testigos, a Mazarredo, Del Rivero y Rodrigo Álvarez Vázquez, aunque no a la petrolera mexicana.

Imputados los jefes de seguridad de Repsol y CaixaBank

Asimismo cita como imputados a Villarejo y su socio, Rafael Redondo, al director de Seguridad Corporativa de Repsol, Rafael Araujo, a su segundo, Rafael Girona Hernández, y al ex jefe de Seguridad de CaixaBank, Miguel Ángel Fernández Rancaño. A todos ellos les imputa los delitos de cohecho y descubrimiento y revelación de secretos.

El juez obtiene los indicios de esta actividad delictiva de una larga serie de documentos y conversaciones referidos a la contratación de Cenyt por Repsol y CaixaBank, que obraban en los domicilios de Villarejo y Redondo, y que fueron incautados por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional.

Finalmente, encarga a esta unidad policial «un informe de auditoría para la identificación los posibles accesos a bases de datos policiales de carácter restringido, que habría permitido la obtención de información reservada para la ejecución de los servicios contratados por Cenyt con sus clientes del Proyecto Wine».