Economía
Ferrocarril

Renfe exigirá una compensación económica a Talgo tras la avería del AVLO en la estación de Chamartín

Renfe se plantea llevar a Talgo a los tribunales por los problemas reiterados y el retraso en la entrega de los trenes

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Renfe se pone seria con Talgo. La empresa pública exigirá al fabricante de trenes una compensación económica por la avería del tren AVLO Valencia-Madrid este lunes en la entrada de la estación de Chamartín, según ha podido saber OKDIARIO. Asimismo, estudia llevar a Talgo a los tribunales por las reiteradas averías de los trenes S106 y por el retraso de las unidades que faltan por entregar.

Renfe «lamenta y pide disculpas a todos sus viajeros por la situación vivida ayer», cuando 494 pasajeros se quedaron atrapados durante dos horas dentro del tren sin electricidad ni aire acondicionado, por lo que tuvieron que romper las ventanas de los vagones.

La empresa pública considera que la responsabilidad de la avería en el sistema eléctrico es de Talgo y que «se une al incremento de graves incidencias técnicas en los trenes S106, por lo que considera emprender acciones por responsabilidad contractual y extracontractual contra Talgo», según fuentes de la compañía. Y añaden: «Esto podría ser objeto de una demanda adicional de daños y perjuicios».

«Renfe ha solicitado en repetidas ocasiones, tanto a la dirección como a los accionistas de Talgo, una solución inmediata a estas incidencias que se reproducen desde el primer día de circulación de los trenes, el pasado 21 de mayo» y asegura que sus técnicos están analizando la fiabilidad de estos trenes.

«Adicionalmente, las medidas anunciadas conllevarán el inicio de todas las acciones judiciales necesarias para el resarcimiento de daños y perjuicios a Renfe por el retraso en la entrega de los Serie 106, reservándose el derecho de iniciar tantas actuaciones como sean necesarias contra el grupo Talgo para defender sus derechos, su reputación y los derechos de sus usuarios», concluye Renfe.

Falta de capacidad

Estos problemas llegan en plena batalla por la compra de Talgo y cuando la empresa vasca está fabricando ya a plena capacidad, lo que provoca los citados retrasos en la entrega de nuevos trenes a Renfe y la imposibilidad de presentarse a los grandes concursos internacionales en marcha actualmente.

Precisamente, la OPA del grupo húngaro Ganz-Mavag sobre Talgo ofrece una solución a este problema, ya que tiene capacidad suficiente en Hungría para elevar la producción de Talgo. A cambio, Ganz-Mavag utilizaría la tecnología de Talgo, que es puntera a nivel mundial. Dicha oferta contempla mantener la sede de Talgo y todo el empleo actual en España.

Sin embargo, el Gobierno de Pedro Sánchez se opone frontalmente a esta operación por motivos puramente políticos: que en Hungría gobierna Viktor Orbán, a quien el PSOE equipara con «la ultraderecha de Vox». Para justificar este rechazo, el ministro Óscar Puente llegó a asegurar que hay «inversores» rusos detrás de la OPA de Ganz-Mavag.

Guerra por el control

Para evitar problemas con la Comisión Europea al vetar esta operación, el ejecutivo ha montado una fusión alternativa con la checa Skoda. Ahora bien, esta propuesta no es una contraopa, lo que ha sido criticado por la CNMV, ya que no tiene capacidad económica para mejorar la oferta húngara. Se trata de una «combinación de negocios» que debe ser aprobada por los accionistas de Talgo; y los principales (el fondo Trilantic y las familias Oriol y Abelló) ya se habían comprometido a acudir a la OPA húngara.

Esto implica montar una operación complicadísima, ya que estos accionistas pedirán una compensación para aceptar la fusión con Skoda. Tanto para recibirla como para poder defender la «españolidad» de esta propuesta frente a la húngara, el Gobierno necesita la participación en la misma de Criteria, el holding de La Caixa, que está estudiando su posible encaje.

Por otro lado, Renfe está bajo una presión cada vez mayor de sus competidores IryoOuigo: como informó OKDIARIO, la bajada de precios que ha forzado esta competencia le supuso a Renfe una caída de 64 millones en los ingresos de alta velocidad en 2023, a pesar de que el número de viajeros de estos trenes creció en 1,1 millones.