Las cifras de la guerra del AVE: Ouigo e Iryo le hacen un roto a Renfe de 64 millones de euros en 2023

La guerra de precios entre Renfe, Ouigo e Iryo que ha generado la liberalización de las líneas de alta velocidad en España ha provocado un agujero a Renfe en 2023 de 64 millones de euros. Renfe ha aumentado en más de un millón el número de viajeros que ha utilizado sus trenes AVE y Avlo –ésta última la marca low cost– gracias a esa competencia y a la bajada general de los precios, pero eso no se ha traducido en más facturación, lo que limita la capacidad financiera de la compañía y obliga al Gobierno a traspasar más fondos de los Presupuestos.

De acuerdo con las cifras incluidas por Renfe en su memoria de 2023, el ejercicio pasado transportó en sus trenes de alta velocidad a 30,43 millones de pasajeros, 1,1 millones más que en 2022, cuando sumó 29,34 millones de viajeros. Renfe ganó pasajeros en todas las líneas, pero principalmente en el norte, con Galicia, y en el noreste y en el sur, con Barcelona y Sevilla y Málaga.

Sin embargo, los ingresos de Renfe en alta velocidad se redujeron el año pasado por el efecto de la bajada de precios por la competencia de Ouigo e Iryo. Renfe facturó 1.247,5 millones de euros por sus servicios de AVE en España, frente a los 1.311,4 millones que ingresó en 2022, con menos competencia ya que Ouigo e Iryo han ido añadiendo líneas a su oferta a lo largo del año. La diferencia son los citados 64 millones de euros.

El mayor impacto se ha producido en la línea Madrid-Barcelona, la joya de la corona de Renfe y la primera que se abrió a la competencia con la francesa Ouigo, filial low cost del operador público francés, SNCF, y la italiana Iryo, participada mayoritariamente por el operador público italiano, Trenitalia. En esta línea, Renfe aumentó los pasajeros transportados de 7,41 a 7,64 millones, pero la facturación ha bajado de 364 a 332 millones de euros. Son 32 millones menos, la mitad de todo lo perdido por Renfe este año en alta velocidad.

La segunda línea más afectada es la división Este, donde se enmarcan los trayectos a la Comunidad Valenciana y a Murcia. Los destinos de Valencia y Alicante también han sufrido la entrada de la competencia y Renfe ha registrado un agujero en sus cuentas en 2023 de 30 millones de euros en estas líneas por la guerra de precios.

El año pasado, Renfe transportó a casi 5,7 millones de pasajeros al Levante, un 2,6% más que en 2022, pero facturó un 13% menos, 194 millones -224 millones en 2022 con menos viajeros-. La facturación de las líneas de la división Sur, Andalucía, también cayó en 2023, un 8,7%, pese a que los pasajeros transportados crecieron un 7%, hasta 2,9 millones.

Éste es el impacto en Renfe de la guerra comercial con Ouigo e Iryo. Pero los demás también están sufriendo. La francesa Ouigo aumentó sus pérdidas en 2023 a más de 42,7 millones, frente a 36,6 millones en 2022, según ha adelantado este sábado Cinco Días. Más números rojos pese a aumentar los pasajeros transportados de 3 a 4,6 millones. Iryo aún no ha presentado sus cuentas de 2023.

Las cifras de la alta velocidad son claras. Las compañías han iniciado una guerra de precios que eleva los pasajeros pero destroza su situación financiera. La pregunta es cuánto pueden aguantar y quién aguantará más. Las tres tienen el apoyo de sus respectivos gobiernos y de los presupuestos generales para inyectar fondos.

De momento, el Gobierno español ha decidido mover ficha y va a denunciar en Bruselas a Ouigo por vender billetes a pérdidas, a la vez que presiona para que Francia permita operar allí a Renfe con las mismas libertades que funciona aquí Ouigo. Renfe quería llegar a París antes de los Juegos Olímpicos y no ha sido posible por la falta de los permisos técnicos. Sí opera a Marsella y Lyon, donde ha vendido ya casi 700.000 billetes.