Qué es invertir en felicidad
Se ha demostrado que unos empleados que se encuentran a gusto en el lugar de trabajo también tienen un rendimiento mejor y son más productivos. No necesariamente el hecho de pasar más tiempo en el lugar de trabajo implica que se aumentará la competitividad o que se conseguirán los objetivos marcados de una forma más ágil.
Al revés: justamente las largas jornadas laborales acostumbran a llevar consigo insatisfacción, hartazgo y una disminución de la productividad. En esta línea, pues, hay compañías que están empezando a “invertir” en felicidad. Es decir, su objetivo es conseguir unos trabajadores satisfechos que, gracias a ello, trabajen mejor y con una mayor implicación.
¿Cómo invertir en felicidad?
Esta inversión, desde un punto de vista estrictamente económico, es reducida. Se trata, especialmente, de aplicar una serie de medidas que faciliten la vida a los empleados. Las más habituales son las siguientes:
· Trabajar por objetivos: en lugar de marcar una jornada laboral fija donde hay que estar sí o sí independientemente del trabajo que se tenga, se marcan una serie de objetivos por tiempo. De esa forma, el trabajador puede ordenarse su tiempo de tal forma que llegue a ese objetivo más adecuadamente. Ello precisa, evidentemente, una gran tarea de organización y planificación. Es decir, tener muy claros cuáles son los procesos de la empresa y en qué plazos deben de estar completados.
· Facilitar la conciliación laboral y familiar: el trabajo ocupa una parte importante de nuestras vidas, pero tampoco hay que descuidar que toda persona tiene otras aficiones y necesidades, entre ellas estar con la familia. Si el trabajo absorbe este tiempo, se genera desafección y no se va a trabajar con ganas. Además, se hace publicidad negativa de la empresa y se pierden posibles clientes.
· Fomentar la participación: una forma de conseguir que toda la inversión en capital humano se muestre en toda su amplitud es permitiendo que aporten ideas y propuestas nuevas. Toda la suma de conocimiento permitirá a la empresa mejorar en productividad y competitividad. Además, sus miembros se sentirán parte de la empresa e irán al trabajo más motivados y contentos.
· Fomentar el trabajo en grupo: toda tarea precisa de la implicación y colaboración de un grupo de personas. Solamente de esta forma llegan los resultados y se cumplen los plazos. Para conseguir que en el grupo haya este buen entendimiento, es importante invertir un tiempo del total del año en acciones que permitan a los miembros del equipo conocerse o colaborar. Uno de los más utilizados es el role-playing que, además, según como se plantee, es divertido y fomenta el buen ambiente en el equipo.
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