Economía
En abril

El precio de la vivienda sube un 7,7% en el último año, según Tinsa

El mercado residencial mantuvo en abril la tendencia alcista mostrada en los últimos meses. La vivienda nueva y usada se encareció de media en España un 1,1% en abril, lo que sitúa el crecimiento en tasa interanual en un 7,7%, según la estadística IMIE General y Grandes Mercados publicada este viernes.

Todos los grupos reflejan incrementos significativos respecto a abril de 2021, mes en el que la mayoría de las zonas mantuvieron tasas de crecimiento contenidas, a excepción de ‘Costa Mediterránea’ y el territorio insular, que ya comenzaban a mostrar precios al alza.

“Se observa una moderación de los precios en las zonas que comenzaron a registrar tendencias alcistas de forma más temprana en 2021, y un nuevo incremento en ‘Capitales y Grandes Ciudades’, donde se concentra la demanda y el espacio es más limitado, de forma que los precios aumentan más rápido. La zona de ‘Áreas Metropolitanas’ también se incrementa, pero de forma más lenta”, afirma Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa.

El precio medio de la vivienda nueva y usada en España se ha revalorizado un 29,6% desde el mínimo registrado en la crisis financiera. La caída acumulada desde máximos de 2007 en el índice general es del 22,7%.

Junto a las capitales y grandes ciudades (+1,1% mensual) también ha contribuido al impulso del precio medio en abril el grupo ‘Resto de municipios’, que representa a las localidades más pequeñas del interior y costa atlántica, con un 1,2 %. En ‘Áreas metropolitanas’, el precio medio mantiene una tasa de crecimiento de variación mensual similar a la del mes anterior. Por su parte, ‘Costa Mediterránea’ se desacelera ligeramente, mientras que los territorios insulares (‘Baleares y Canarias’) se mantienen estables tras la ligera corrección experimentada en marzo.

Las mayores subidas

‘Resto de municipios’ y ‘Áreas metropolitanas’ son los grupos que presentan las mayores subidas respecto a abril de 2021, por encima de la media nacional: un 8,5 % y un 8,3 %, respectivamente.

“En conjunto, la demanda ha continuado activa, aunque varias zonas muestran signos de ralentización. La evolución reciente de los datos de empleo, con un incremento de los contratos fijos frente a los temporales durante los últimos meses, podría estar influyendo parcialmente en la dinamización de la demanda al facilitar el acceso a la financiación. Aun así, las hipotecas continúan en una proporción equilibrada en comparación con la evolución del número de compraventas, lo que denota que el residencial continúa canalizando ahorros acumulados. Por su parte, la oferta de obra nueva, sujeta a costes de construcción al alza, evoluciona con menor impulso”, apunta Arias.

La directora del Servicio de Estudios de Tinsa considera que a medida que se vayan incrementando los tipos de interés de las hipotecas, la demanda de vivienda tenderá a moderarse, lo que contribuirá a una desaceleración del incremento de los precios. “Al mismo tiempo, el contexto de incertidumbre unido a unas expectativas de demanda que se moderan también podrían limitar la oferta de vivienda, lo que contribuiría a tensiones alcistas. Se observan así tensiones contrapuestas en cuanto a la potencial evolución del precio de la vivienda”, afirma.