Economía
Lleva meses atascada

Podemos rebaja su optimismo sobre la aprobación de la ley de Vivienda tras reunirse con el PSOE

El portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, ha rebajado el optimismo de los últimos días sobre la aprobación de la ley de Vivienda, tras una reunión con el ala socialista y aliados parlamentarios donde, a su juicio, se han sustanciado menos avances de lo esperado. En rueda de prensa en la Cámara Baja, ha indicado que los grupos parlamentarios habían sustanciado una serie de avances para desbloquear la ley, cuya tramitación parlamentaria lleva atascada meses, pero que en la cita de este martes no se han traducido «negro sobre blanco».

De esta forma, ha prometido que su formación va a seguir intentando mejorar el texto en dos materias bien definidas: la paralización de desahucios sin alternativa habitacional para familias vulnerables y la regulación del precio del alquiler en zonas de mercado tensionadas.

Fuentes del socio minoritario expresaron recientemente que confiaban en poder desatascar la normativa antes de que terminara este mes, y admitían que en las últimas fechas se habían conseguido progresos que debían pasar por la supervisión técnica del Ministerio de Economía.

Echenique ha apuntado que el socio mayoritario del Ejecutivo ha remitido un documento escrito en el que se pronuncia sobre estas propuestas de mejora al texto que emanó del Consejo de Ministros, y sin dar detalles ha deslizado que el dictamen no es positivo.

La portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, ha indicado que a ese encuentro iban con la esperanza de obtener una respuesta a sus demandas, para así poder cerrar de forma definitiva esta normativa. «Esperamos solución satisfactoria», ahondaba antes de la reunión para recalcar que quieren una regulación efectiva del precio del alquiler.

Puntos de la ley

Los acercamientos se habían producido en materia de desahucios, la opción de reducir la vacatio legis (el periodo de tránsito hasta la aplicación efectiva de la norma) fijada inicialmente en 18 meses (aspecto que demanda también Bildu y ERC) y las perspectivas de bajar el número de viviendas para determinar la figura de gran propietario, ahora establecida sobre 10 pisos.

No obstante, los dos socios se centraban sobre todo en desplegar una regulación de precios de alquiler en zona de mercado tensionado que asegure su funcionamiento efectivo, para aquellas autonomías que decidan acogerse a este mecanismos.

Y una parte esencial del debate se ceñía al encaje que deben tener las viviendas que entren por primera vez en el mercado del alquiler, donde Podemos aspira que se regulen directamente por el índice de precios que elaborará el Ministerio de Transportes al entender que preserva rentas más bajas para los inquilinos y es una parte muy minoritaria de los pisos en arrendamiento.