Planas apuesta en la Cumbre del Clima por una «alimentación a precio razonable para productor y ciudadano»
El ministro español de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, tiene una presencia lógica y obligada en la Cumbre del Clima que ahora arranca en Madrid. El responsable gubernamental en funciones ha defendido el compromiso de España para lograr una agricultura y una alimentación sostenibles, evitando el desperdicio, con el fin de contribuir a frenar el cambio climático.
El dirigente lo ha asegurado durante su intervención en la XXV Cumbre Mundial del Clima, la conocida como COP25, en la que ha querido abogar por una producción de alimentos «sana, sabrosa y que pueda obtenerse a un precio razonable, remunerando justamente al agricultor, pero que también sea accesible para el ciudadano».
El ministro ha subrayado que «hay que saber escoger lo que comemos, en qué cantidad -para evitar el desperdicio alimentario- y también cocinarlo adecuadamente», queriendo remarcar que asegurar la alimentación para el conjunto de los ciudadanos de la Tierra es una obligación, como plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 de la ONU, en un contexto de cambio climático.
«Esa es una gran tarea que necesita de una agricultura sostenible, que respete el medio ambiente, el agua, el suelo, el aire, la biodiversidad y el paisaje, que consiga frenar el cambio climático», ha añadido.
Iniciativas por el clima
Planas ha participado en la presentación de ‘La Tierra se agota. Un menú para tomar conciencia’, organizado por el Celler de Can Roca, en el que los hermanos Joan, Josep y Jordi Roca, embajadores de Buena Voluntad por el Programa de Desarrollo de la ONU, han presentado su oferta culinaria y su compromiso con el planeta, en el marco de la COP25, que ha dado comienzo este lunes en el Ifema en Madrid.
Esta Cumbre del clima aspira a sentar las bases para una nueva acción climática ante los alarmantes datos sobre el impacto del ser humano en el medio ambiente. Y es que, los niveles de concentración en la atmósfera de gases de efecto invernadero han alcanzado máximos históricos, y es necesario multiplicar los esfuerzos para reducir esas emisiones y evitar los impactos más catastróficos del cambio climático.