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Al Mobile World Congress le restan dos semanas para evitar una salida en cadena de las marcas

La opinión pública estaba tranquila hasta que OKDIARIO anunció este martes la bomba informativa: LG abandonaba el Mobile World Congress con el coronavirus como justificación de fondo. El viernes le siguió Ericsson y este sábado, Nvidia.

Al Mobile World Congress, la feria de tecnología más importante del año en Europa y sin duda el evento más relevante que celebra la ciudad de Barcelona en todo el año, le quedan dos semanas para tratar de revertir una situación que les ha explotado en la cara. Todo se precipitó el pasado martes, cuando OKDIARIO adelantó en primicia mundial la decisión que había tomado horas antes la compañía coreana LG Electronics: cancelaba su stand en la Fira de Barcelona con el coronavirus como justificación de fondo.

En su comunicado enviado horas después de la exclusiva, LG dejaba caer que aunque el motivo de su ausencia de Barcelona era sin duda el peligro de epidemia vírica asiática, la marca tenía muchas otras posibilidades de presentar sus productos y lo haría en sucesivos eventos ajenos al MWC.

Tras la sacudida de LG, una decisión que tuvo eco planetario, GSMA, la empresa organizadora del Mobile World Congress, reaccionó con rapidez llamando a todas y cada una de las marcas asistentes al evento, que arranca el próximo 24 de febrero, para convencerlas de que no había peligro y de que estaba todo controlado. Este periódico informó con fuentes internas que incluso GSMA ha ofrecido a los fabricantes rebajas en los ‘fees’ que cobran por cada stand, ajustando su margen de beneficio para que no se produzca un derrumbe en castillo de naipes.

Más del 50% de los expositores en esa semana frenética en Barcelona provienen de Asia, y una retirada en cadena de más marcas puede poner en peligro la propia celebración del evento, que en España sólo podría equipararse a Fitur en Madrid porque tanto para uno como para otro acuden miles de personas procedentes de los cuatro puntos cardinales del planeta.

Pero el coronavirus tiene su propia agenda, que no coincide con los planes de John Hoffmann, consejero delegado de GSMA. Y en las últimas 24 horas la situación parece haberse ido fuera del control de la organización. El fabricante sueco Ericsson, otra marca de alcance mundial, desveló este viernes que tampoco acudirá al evento. Pero, lo que es peor, en su nota aseguraba que no podía hacerlo si quería cumplir con las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es decir, manifestando que las empresas que acudan a Barcelona en realidad lo están haciendo saltándose los protocolos sanitarios.

La norteamericana Nvidia ha dado otro paso este sábado. Tampoco vendrá a España porque necesita «garantizar la seguridad de colegas, socios y clientes». Con ella, ya son marcas de los tres continentes (Asia, Europa y América) las que han anunciado su renuncia a presentar sus nuevos productos en el Mobile.

¿Qué va a pasar ahora?

¿Qué va a pasar ahora? La organización GSMA manifiesta que sigue adelante con la planificación prevista, pero no parece disponer ahora mismo de la posibilidad de solucionar la crisis. La evolución del virus en los próximos días en Asia marcará lo que ocurra finalmente con la epidemia y cómo afecta al Mobile World Congress, para el que en principio sería un gran fracaso tener que aplazar el evento que se programa minuciosamente con casi 365 días de previsión. Llevarlo a otro punto del año traería consigo pérdidas notables.

Los contagios se están expandiendo por Europa, con casos como cinco personas en una estación de esquí francesa o una familia británica en Mallorca, una de cuyas hijas tiene fiebre. La OMS cree que los contagios se están estabilizando y ello podría ser una buena noticia. Pero el miedo a la infección vírica está muy lejos de verse mitigado. La que es posiblemente la feria más importante del año en España se tambalea a sólo 15 días de que tenga que abrir las puertas.