Empleo

La otra cara de la reforma de Díaz: los fijos discontinuos hacen menos horas semanales que los temporales

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Reforma laboral(1)

La reforma laboral impulsada por Yolanda Díaz tenía como objetivo acabar por la temporalidad. Como consecuencia, en el último año se ha producido una proliferación de los contratos fijos discontinuos que no sólo no computan en los datos de paro durante los periodos de inactividad, sino que también realizan menos horas semanales que la gran mayoría de los trabajadores con contrato temporal.

Según el último informe de BBVA Research, los asalariados fijos discontinuos trabajaron un 11,0% menos de horas a la semana que los indefinidos ordinarios en el periodo 2007-2022. La intensidad en el empleo de los fijos discontinuos fue incluso menor que la de buena parte de las modalidades de contratación temporal. La jornada semanal efectiva menguó un 5,3% entre 2007 y 2022. El descenso fue más acusado entre los asalariados temporales (-9,8%) que entre los indefinidos (-5,1%) y los trabajadores por cuenta propia (-2,2%). La creación de empleo indefinido, con una jornada laboral más prolongada, acotó la reducción del tiempo de trabajo por efecto composición.

Como resultado, la diferencia de horas trabajadas entre los asalariados con contrato temporal y los indefinidos ordinarios aumentó desde el 6,0% en 2007 hasta el 10,8% en 2022, y es mayor para los ocupados a tiempo parcial que a tiempo completo. Entre los asalariados con contrato indefinido, los fijos discontinuos trabajaron un 11,0% menos de horas que los indefinidos ordinarios. Su jornada laboral fue incluso menor que la de buena parte de los trabajadores temporales. El contrato a tiempo parcial concentró las diferencias de tiempo de trabajo entre fijos discontinuos e indefinidos ordinarios. Los fijos discontinuos a tiempo parcial trabajaron un 13,8% menos de horas que los indefinidos ordinarios.

No cuentan en el paro

Según los últimos datos de la Seguridad Social, el número de fijos discontinuos que se encuentran en un periodo de inactividad se ha disparado un 375% interanual, pese a que a cierre de diciembre la tasa de paro se mantenía en el mismo nivel que en 2021. Concretamente, la tasa de paro cerró 2021 en el 13,3%. En ese año, la modalidad de fijos discontinuos que ha traído consigo la reforma laboral de Yolanda Díaz, no estaba tan extendida como en 2022, año en el que se ha registrado una tasa de desempleo del 13,1%, tan sólo dos décimas menos. Unos datos preocupantes que muestran como esta nueva modalidad de contratación puede estar «maquillando» la cifra real de paro.

Aunque se desconoce la cifra exacta, Díaz estimaba que los fijos discontinuos representaban el 3% del total de ocupados -unos 516.000- aunque a lo largo del pasado año la firma de contratos de esta modalidad llego a superar el millón en algunos momentos. Todos estos trabajadores quedarán en el limbo de las estadísticas, fuera de las cifras de parados. En concreto, ingresarán a las listas de los llamados Denos, demandantes de empleo no ocupados, que no cuentan como desempleados.

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