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De opa en opa: Telefónica intenta recuperar los 4 euros en Bolsa mientras crece el atractivo del sector

  • Laura Piedehierro
  • Periodista. Cuando no escribo del Ibex 35 me gusta mirar cuadros. Antes en Estrategias de inversión y ahora aquí.

Si hace una semana era la compra de KKR por Telecom Italia, este lunes era la la posibilidad de una oferta de Reliance por BT. Las opas y las posibles adquisiciones de la totalidad de alguna compañía o parte de sus negocios ponen en valor un sector de telecomunicaciones europeo que ha sufrido en bolsa en los últimos años. Los inversores buscan oportunidades en Bolsa y Telefónica intenta recuperar los 4 euros por acción.

Aunque horas después de que saltase la noticia el conglomerado indio desmintió su interés por BT, la posibilidad de una nueva operación ha vuelto a animar la cotización de las telecos europeas. También el precio de Telefónica en Bolsa, que cerró la sesión a punto de recuperar los 4 euros por título. Por el contrario, la opa de KKR sobre Telecom Italia sigue su curso, a pesar de la dimisión del ya ex consejero delegado de la italiana, Luigi Gubitosi.

“Muy parecido en número de agentes y tamaño de compañías, el sector telecomunicaciones está reorientando el negocio hacia la unificación empresarial y el foco de los inversores se encuentra actualmente en localizar aquellas cotizadas susceptibles de ser opadas por competidores más grandes”, explica Darío García, analista de XTB. Las expectativas de mejora de cuotas junto a la reducción de los niveles de endeudamiento, un objetivo que se contempla en la mayoría de sus planes estratégicos, hacen que las telecos europeas ganen atractivo inversor.

En este sentido, Sergio Ávila, analista de IG, destaca que dentro del sector hay muchas compañías que cotizan por debajo de su valor intrínseco, lo que hace que sean apetitosas de cara a operaciones corporativas, tanto en lo referido a la concentración como de cara a terceros, tal y como ha pasado con KKR y la teleco italiana.

¿OPA sobre Telefónica?

Juan Peña, analista de GVC, no descarta que se produzcan más actividad en este sentido en el futuro. “Se ha abierto la veda de que haya más operaciones corporativas, algún movimiento de consolidación o el interés de algún private equity”, al estilo de KKR. Todavía más en un momento en el que los fondos procedentes de la Unión Europea (UE) llegan para acelerar los despliegues de redes de nueva generación.

Peña destaca que la de Telefónica es la red de fibra más grande de Europa, lo que le otorga “una posición muy ventajosa a la hora de ese posible interés de un inversor extranjero”. Sin embargo, enfría la euforia por la complejidad del grupo. “Por su multilocalización, con presencia en Europa y Latinoamérica, es un operador difícilmente opable”, considera. Más que la compra por toda la compañía ve posible la venta parcial de la red de fibra en España, “más fácilmente vendible y monetizable”.

Para Ávila “en España es difícil que Telefónica sea opada después de que el Gobierno haya aumentado el blindaje a sectores estratégicos”.  Ese «blindaje» se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2022, a través de un decreto que incluye la prórroga de otras medidas para responder a la pandemia. Con esta norma, el Ejecutivo de Pedro Sánchez debe autorizar las participaciones extranjeras que superen el 10%, así como en aquellas no cotizadas en las que la inversión supere los 500 millones de euros. Este requisito demora los procesos de adquisición y supone un obstáculo más en un proceso de OPA.

“Para Telefónica enfría las perspectivas de una posible operación corporativa y de consolidación del sector a nivel europeo, que tras la oferta de KKR por Telecom Italia se habían alentado”, destacan desde Bankinter. Aunque ella no sea la protagonista, las expectativas de más operaciones benefician la evolución de las acciones de la teleco presidida por Álvarez-Pallete. Igualmente se ve favorecida por la puesta en valor de los activos de sus rivales, de forma especial a lo que a infraestructura se refiere.

Pese a que Telefónica no ha dado muchas alegrías en los últimos años, Peña considera que hay valor en la compañía y sitúa su precio en Bolsa al menos en los 5 euros por acción.