Economía
1.585,73 dólares la onza

El mercado se vacuna contra el coronavirus: el oro escala a máximos de 2013

Los inversores vuelven a apostar por el oro en momentos de incertidumbre. Esta vez el miedo procede de Asia y tiene un nombre: coronavirus Wuhan. Sus posibles consecuencias económicas a nivel global han impulsado al activo refugio por excelencia a superar los 1.585 dólares por onza, un precio que no alcanzaba desde abril de 2013. 

El oro está considerado un activo más de cobertura, más seguro y estratégico que el dinero en papel y dirigido a inversores avanzados. Juan Carlos Higueras, analista económico y profesor de EAE Business School, explica que la cotización del oro está correlacionada de forma inversa con la de la Bolsa, de manera que «si las expectativas de los índices bursátiles son que baje, los inversores utilizan el oro para compensar. Hoy en día invertir en oro es mucho más seguro que hacerlo en petróleo. Si además añadimos el impacto de la guerra comercial, el oro es el refugio más adecuado».

Mientras la cotización de oro se dispara al alza, la del petróleo pierde posiciones ante la posibilidad de que el consumo se reduzca significativamente en China, un país con más de 1.350.000.000 habitantes. El barril de crudo Brent, de referencia en el Viejo Continente, bajó el lunes hasta los 59,1 dólares, perdiendo el nivel de los 60 dólares, algo que no ocurría desde octubre de 2019. El oro negro está lejos de los 70 dólares que alcanzó el 6 de enero en plena escala de las tensiones entre Irán y Estados Unidos. Desde entonces hasta hoy acumula una corrección del 15,7%.

«El plan de contingencia nunca visto antes que ha paralizado la movilidad de tres ciudades Chinas con una población total de más de 20 millones de personas, y justo cuando se esperaban millones de desplazamientos por la celebración del año nuevo Chino. Esto sin duda producirá también un impacto directo en el petróleo con la bajada en la demanda de carburante», sostiene Borja Ribera, profesor de EAE Business School. Los expertos temen que la crisis sanitaria también se traduzcan en una posible ralentización económica del gigante chino.

En un intento por tranquilizar a los mercados la OPEP ha asegurado que el impacto del coronavirus sobre las perspectivas de la demanda mundial de petróleo será «baja» y menos agresiva que otras similares. «Los primeros indicios parecen indicar que será menos virulenta que la del síndrome respiratorio aguda grave (SARS) de 2003», ha dicho Mohamed Arkab, presidente de la Conferencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).