Economía
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Llega la ‘cuesta de septiembre’: la luz, la gasolina y los alimentos disparan el gasto de las familias

Como cada año, a la vuelta de las vacaciones, muchas familias tienen que hacer frente al inicio del nuevo curso. Este año, más allá de la vuelta al cole muchos españoles van a notar en el bolsillo el espectacular incremento de los precios, que no va. acompañado de una subida de ingresos de los hogares. El precio de la luz, los carburantes y de algunos alimentos continuan su escalada, haciendo mella en las facturas y recibos a los que habrá que hacer frente a partir de septiembre.

Los precios se han disparado. Muestra de ello el Índice de Precios de Consumo (IPC) repuntó en julio un 2,9% con respecto al mismo mes del año anterior, lo que supone la mayor subida desde 2017. Y la culpa no es sólo de la pandemia. A la subida del precio de la luz -así como del petróleo y del gas- se suma el incremento en el precio de muchos otros productos que se encuentran en los carros de la compra de la mayoría de los españoles: los huevos y la carne se han encarecido cerca de un 3% y la fruta ha repuntado casi 5 puntos porcentuales en lo que va de año.

A este golpe en los bolsillos de los españoles a la hora de hacer la compra hay que sumar el espectacular incremento del precio de la luz. Y es que, desde que comenzó el año se han pulverizado todos los récord históricos. En enero, coincidiendo con la borrasca Filomena  el recibo eléctrico aumentó un 20% con respecto mismo período de 2020, lo que se tradujo en un impacto en la factura de unos 72,30€.

Sin embargo, ha sido en verano, coincidiendo con la ola de calor, cuando se han registrado máximos históricos de manera consecutiva. En lo que va de agosto, el ‘pool’ ha pulverizado todos los récords vistos hasta ahora, apuntando a un precio medio para el mes por encima de los 110 euros/MWh. El precio de la luz para esta primera semana de septiembre será tres veces mayor que hace un año, cuando el precio medio se situaba en los 42,01 euros/MWh, lejos de los 124,45 euros/MWh que alcanzará este lunes.

Y a un recibo de la luz desorbitado se suma la escalada del precio de los carburantes. En concreto, llenar un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta ahora 77,82 euros, unos 13,7 euros más que hace un año, mientras que en el caso de repostar con gasóleo asciende a 69,3 euros, unos 11 euros más que en la misma semana de agosto de 2020. Antes de la pasada Semana Santa, ambos carburantes ya recuperaron los niveles preCovid. En lo que va de año, el precio medio del litro de gasolina se ha encarecido casi un 18%, mientras que el del gasóleo remonta más de un 16%.

Este incremento en los precios de los carburantes en los últimos meses ha venido de la mano de la recuperación en el precio del petróleo. El precio del barril de petróleo de calidad Brent, referencia para el Viejo Continente, se sitúa este jueves en los 70,64 dólares, mientras que el Texas americano ronda los 67,61 dólares, al alza en ambos casos con respecto a los niveles de la pasada semana.

Un auge en los precios que no va acompasado con el incremento de ingresos de los hogares. En julio, los salarios pactados en convenio crecieron de media un 1,56%, por encima de lo registrado a principios de año (1,4%). No obstante, continúa por debajo del índice de precios de consumo (IPC). Por tanto, los españoles, siguen perdiendo poder adquisitivo ante una desbocada inflación.