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La liquidación definitiva de las oficinas de Popular complica la gestión del efectivo a ING

Este fin de semana desaparecen las oficinas de Banco Popular en Andalucía y con ello ya se habrán finiquitado todas las oficinas que hay en España, dificultando el servicio de retirada de efectivo que era estratégico para el banco neerlandés.

Este fin de semana desaparecen las últimas oficinas de Banco Popular que quedaban en España. Varias decenas de sucursales en Andalucía cerrarán la persiana el viernes como Popular y abrirán el lunes como Banco Santander, poniendo fin a una marca casi centenaria. Pero este proceso que lleva dándose desde noviembre tiene efectos también sobre terceros: los clientes de ING, que construyó su política de efectivo en el último lustro basándose en un acuerdo con Banco Popular que le abría 2.700 cajeros sin comisiones por toda España, encontrarán mucho más difícil poder sacar dinero sin comisiones como podían hacer en los antiguos cajeros de Popular.

La relación no parece ser muy fluida entre las direcciones de Banco Santander y de ING en lo relativo al acuerdo para sacar efectivo. Desde la entidad de Ana Botín no se han puesto, desde luego, facilidades para que los clientes del banco naranja ampliaran el acuerdo ventajoso que tenían con Popular en los 7.500 cajeros de Santander. Con la integración ya terminada, no obstante, seguirá habiendo 2.500 cajeros del antiguo Popular ‘escondidos’ debajo de la marca Santander. En ellos, los clientes de ING podrán seguir sacando efectivo sin comisiones. Pero lo tendrán más difícil, salvo que los tengan muy identificados.

Estos cajeros son los que pertenecen a Euro Automatic Cash, una sociedad que creó el antiguo Popular junto con Credit Mutuelle para la gestión de cajeros automáticos y que cuenta con más de 2.500 en toda España. Es esta sociedad y no Popular la que firmó el acuerdo para sacar efectivo sin comisiones con ING. Este acuerdo, según fuentes de Santander y de los holandeses, sigue adelante y de hecho hay una penalización por deshacerlo. Sin embargo, el cambio de condiciones que se han producido al difuminarse estos cajeros en la red de Santander ha perjudicado a los clientes de ING.

Otras alternativas

El banco de César González Bueno ha tenido que buscar otras alternativas para que sus clientes tengan efectivo. El principal acuerdo ha sido con Bankia, a quien pagarán 65 céntimos por cada retirada de efectivo en su red de 5.400 cajeros. Sin embargo, cualquier retirada por debajo de 50 euros sí que tendrá comisión, algo que con Popular no ocurría, lo cual perjudica a la sus clientes.

Por otra parte, las soluciones más imaginativas que necesitan de la aplicación Twyp Cash difícilmente podrán competir con los cajeros automáticos. La última, la posibilidad de sacar dinero en los puntos de venta de la ONCE. Estas soluciones, como la posibilidad de sacar dinero en supermercados DIA o gasolineras, requieren de un cambio de hábitos en el consumidor que no se produce de un día para otro, y muchos consumidores consideran que no ofrece un servicio tan confiable como el de los cajeros automáticos.

Por todo ello, González Bueno ya hace un tiempo que mantiene el discurso de que el efectivo «está muerto y no es algo de futuro sino de pasado». Para ING, que está afrontando problemas con sus puntos para sacar efectivo, este es el discurso más interesante, pero aún está por ver si calará en la gran parte de la población.