Economía
Plantea eliminar los hombres de paja

El PP endurecerá las condiciones de las Sicav

«Con la reforma que pretende introducir el PP, el mercado de las Sicav en España está muerto». De esta forma tan expresiva manifestaba a Okdiario fuentes del sector su opinión sobre las modificaciones que plantea el partido en el Gobierno sobre las Sociedades de Inversión Colectiva.

Este miércoles anunciaban, dentro de su programa electoral, que harán desaparecer los ‘hombres de paja’ en las Sicav, es decir, aquellos que acompañan al propietario (empleados de la propia entidad que gestiona la Sicav o anónimos utilizados para tal propósito) pero que en realidad carecen de dinero depositado en la misma.

A 31.500 millones de euros asciende el patrimonio de las Sicav en España

La ley exige que toda Sicav se constituya con un capital mínimo de 2,4 millones de euros, que cuente al menos con 100 partícipes y que esté autorizada por la CNMV. Lo normal es que el propietario sea uno o varios y el resto sean mariachis (calificados así en la jerga financiera) que no tienen acceso a los fondos.

El partido en el Gobierno quiere introducir que cada partícipe tenga al menos el 0,55% del capital y computar como accionistas. En España en la actualidad hay 3.308 Sicav y según fuentes consultadas por este periódico, los anuncios realizados harán que la gran mayoría de tenedores de estos instrumentos financieros se trasladen a Luxemburgo. Este país ofrece la cobertura ideal para gestionar el patrimonio.

Otras fuentes del mercado consultadas apuntan a que esta medida supondría deslocalización de banca privada en España (las Sicav es el instrumento ideal para que los grandes patrimonios gestionen sus fortunas), el reforzamiento de la industria de fondos y seguros (especialmente los Unit-Linked), así como la inversión directa en acciones y bonos.

En la actualidad España tiene 31.500 millones de euros depositados en estos productos que han tenido muy mala prensa pues se piensa erróneamente que no pagan impuestos.

Ofrecen a sus partícipes, que pueden ser inversores individuales, ventajas fiscales como la dilación del pago de impuestos y algunas exenciones pero prácticamente tienen la misma fiscalidad que un fondo de inversión. Sólo tributan al 1% hasta que los accionistas sacan el dinero o perciben dividendos, momento en el que tributan al 21% para plusvalías inferiores a 6.000 euros; al 25% hasta los 24.000 euros y al 27% para cantidades superiores. Tampoco se tributan los traspasos, como cualquier fondo, cuando tienen más de 500 socios.

Lo único que puede salvar esta industria es que no todo lo que se lleva en programa se aplica y viceversa. Por ejemplo, la bajada del tipo mínimo del IRPF que promete Rajoy, pero que no está en el programa.