Economía

Juncker da un respiro a Rajoy: deja un ajuste de 4.000 millones para el siguiente Gobierno

Bruselas ha ahorrado un mal trago al Gobierno de Mariano Rajoy. El colegio de comisarios presidido por Juncker ha pospuesto para después de las elecciones su decisión sobre la multa por incumplir el déficit, una sanción que podría ascender a los 2.000 millones de euros y la congelación de 5.000 millones de fondos europeos.

Además, la Comisión Europea ha concedido a España un año más de plazo para rebajar el déficit, tal y como pidió el Ejecutivo español en el Plan de Estabilidad. De esta forma, el Gobierno no tendrá que recortar el déficit este año por debajo del umbral del 3%, un esfuerzo que hubiese supuesto un ajuste por valor de 20.000 millones de euros en un solo ejercicio y sin contar siquiera con un Gobierno con plenos poderes y respaldado por el Congreso. Ahora este objetivo no se tendrá que lograr hasta el cierre de 2017, tal y como avanzó OKDIARIO. España contará con 2016 y 2017 para poder reducir el desfase presupuestario aprovechando el crecimiento de la economía. Aunque todavía exigente, la senda de consolidación fiscal se suaviza bastante.

Sin embargo, el ajuste del déficit se deja para el siguiente Gobierno. Después de que el Ejecutivo de Rajoy haya anunciado medidas para este año valoradas en 4.000 millones de euros, Bruselas no pedirá más para este ejercicio y fija como objetivo un 3,7%, una décima más de relajación que lo que solicitaba Madrid. En realidad, para 2016 la Comisión tan sólo reclamará que se concreten y detallen de verdad esas medidas ya propuestas consistentes en acuerdos de no disponibilidad aplicados sobre las CCAA y la Administración Central.

Ahora bien, el nuevo Gabinete que salga de las elecciones tendrá que reducir el año que viene el agujero hasta el 2,5%, cuatro décimas menos que lo que contemplaba el Plan de Estabilidad, el cual no recogía ningún recorte adicional y confiaba en la fuerza del ciclo económico para hacer el ajuste. De modo que para ceñirse a las exigencias de Bruselas, el próximo inquilino de la Moncloa tendrá que aprobar en 2017 un nuevo ajuste de cuatro décimas de PIB, esto es 4.000 millones de euros.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se ha mostrado receptivo a la coyuntura política existente en España. Por más que hubiese incumplido el objetivo de déficit en casi un punto de PIB y registrase al cierre de 2015 un 5,1% en lugar de la meta del 4,2%, el Ejecutivo de Rajoy representaba el mejor ejemplo de que las reformas exigidas por Europa funcionan.

Bajo esa premisa, no se podía permitir que el alumno aventajado encajase un duro golpe antes de someterse de nuevo a las urnas, máxime con la amenaza a las puertas de los partidos populistas. Y a pesar de que varios comisarios eran partidarios de proceder con la multa, Juncker ha atendido las peticiones de Rajoy y ha levantado el pie del acelerador retrasando la deliberación sobre la multa a julio y facilitando el ajuste de este año pero no del siguiente.

«Políticamente no es el momento para tomar la decisión de una multa», declaró el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis. Así que la decisión se tomará más adelante y podría incluso acabar como una especie de ‘multa cero’ con tal de no perjudicar la senda de consolidación fiscal, según apuntan fuentes de la Moncloa. De poco ha importado que, en contra del criterio de Bruselas, Rajoy haya bajado impuestos el año pasado y no contento con ello prometa una nueva ronda de rebajas tributarias de cara a las elecciones.