Economía
El foco de María Zabay

Javier Rodríguez Molowny: «Pasar las decisiones por el tamiz de los valores, guía»

El liderazgo es una llave esencial para ser respetado, seguido y alcanzar los objetivos. Javier Rodríguez Molowny, alto directivo de la multinacional NTT DATA, con más de 6.600 personas a su cargo y decisiones de negocio y humanas cruciales, analiza sus claves y aristas en Lidera con el corazón, páginas de honda reflexión.

La primera: el propósito. Decía Séneca con una genialidad tan simple como profunda que «no hay viento favorable para quien no sabe a dónde va» porque, además, parafraseando a Nietzsche: «Quien tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo». Y una muestra de ello es Viktor Frankl, víctima de los campos de concentración nazis, a quien Molowny pone de ejemplo. El neurólogo, psiquiatra y filósofo judío tenía dos que le empujaban con fuerza: reencontrarse con su mujer y terminar de escribir una obra que los soldados le rompieron al entrar en el primer campo de concentración. Con esos dos faros, aguantó todas las torturas a las que le sometieron las fuerzas nazis. Desasosiego intenso. Bastión inquebrantable.

Nos dice Javier Rodríguez Molowny que conseguir que alguien haga algo es fácil, eso es ser un capataz, tener poder. Sin más. Basta con un mando. Lo difícil es (y he aquí el complejo algoritmo) poseer liderazgo, es decir, la capacidad de hacer que un sujeto quiera voluntariamente hacer ese algo. ¿La fórmula? Transmitirle el propósito, ilusionarle e involucrarle. Si eso ocurre, llegó la magia.