Economía

¿Inflación? ¿Guerra? Para el BCE lo más urgente sigue siendo el cambio climático

¿Preocupado por el disparado aumento de los precios, por los tambores de Tercera Guerra Mundial y vuelta a la Guerra Fría? Para el Banco Central Europeo, a pesar de todo, el principal riesgo sigue siendo el cambio climático.

El próximo 8 de julio el BCE publica el primer test de resistencia de la banca europea a los riesgos climáticos, en el que evalúa a 107 entidades financieras y a otros 79 bancos de menor tamaño. Entre los españoles, Caixabank no ha estado obligado a presentar su informe por la absorción de Bankia, aunque entregará de forma voluntaria sus propios datos.

El organismo europeo subraya que la publicación de los primeros test de riesgo climático «constituye un esfuerzo sin precedentes». De momento, en esta primera prueba, el BCE no va a publicar los resultados desglosados. No se va a señalar a ninguna entidad por estar mejor o peor preparada para el riesgo climático, y los resultados no van a impactar en el capital de las entidades.

Pero el BCE tiene intención de que, próximamente, los resultados de los test de riesgo climático sí tengan impacto en el capital. Y se señalará a las entidades más rezagadas.

«Para nosotros estos test también son una novedad, y estamos todavía en una fase de aprendizaje», explican fuentes del BCE consultadas por OKDIARIO. «Los resultados de este primer test no tendrán impacto en el capital de los bancos», indican .»Pero llegará el momento en el que sí lo tengan», advierten. «Esto no lo hacemos por molestar, por ir contra los bancos, al contrario, es por su bien, el cambio climático es el principal riesgo que afrontamos», subrayan.

Hace ahora un año, el 1 de julio de 2021, el BCE publicó un informe técnico sobre las proyecciones de riesgo climático. El organismo presidido por Christine Lagarde incluyó en el mismo mapas con previsiones sobre riesgo de inundaciones, incendios, huracanes en Europa, entre otros los que ilustran esta información.

El informe publicado hace un año por el BCE está basado en datos aportados por consultoras internacionales. Las estimaciones sobre riesgo de inundaciones, aumento del nivel del mar, estrés hídrico y por calor, incendios forestales y ciclones en Europa fueron encargadas a la consultora californiana Four Twenty Seven, controlada por la agencia de calificación de valores Moody’s, que analizó datos de 1,5 millones de empresas europeas

«Existe un riesgo financiero auténtico relacionado con los problemas climáticos», expuso el pasado mes de febrero Edouard Fernandez-Bollo, miembro del Consejo de Supervisión del BCE. «Los bancos deberían poder cuantificarlo; si no lo hacen, no desarrollarán mecanismos fiables. En ese caso, el supervisor estará ahí para estimularlos», enfatizó.

La banca europea, también la española, entiende la urgencia del BCE y asume que el riesgo climático es la gran amenaza que afronta la humanidad este siglo. Si a las industrias contaminantes se les corta el grifo de la financiación, adiós industrias contaminantes.

Pero en la actualidad, con la inflación disparada y la invasión de Ucrania por parte de la Rusia de Putin, mantener férreas exigencias regulatorias climáticas sobre la banca europea reduce la capacidad de competencia de esta frente a la banca estadounidense. Muchos se preguntan si ahora mismo, la posición del BCE con el tema del cambio climático, no resulta algo naif.

«Es lo que todos nos preguntamos», comentan fuentes financieras que han participado en la elaboración de los test de riesgos climáticos. «Hasta donde va a apretar el BCE con este tema dada la situación actual».

Esta misma semana el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha decidido limitar la autoridad de la Agencia de Protección Ambiental para configurar medidas que regulen la emisión de gases contaminantes emitidos por las centrales eléctricas.

Esto puede suponer que, por ejemplo, el primer banco español, Santander, que ha conseguido meter la cabeza en el mercado financiero más competitivo del mundo, el estadounidense, no pueda financiar a compañías del país que emitan mayor cantidad de gases contaminantes. Sin embargo, sus competidores estadounidenses o asiáticos sí podrán hacerlo.

O por ejemplo, en Polonia, donde también Santander cuenta con filial y fuerte representación en el mercado. El 70% de la energía que consume Polonia proviene del carbón. El país se ha comprometido a reducir esa dependencia, pero ahora mismo, con el corte de suministro energético a Europa emprendido por Rusia, Polonia tendrá que seguir tirando del carbón y evitar que su población se congele el próximo invierno. Y, entonces, ¿no va a poder financiar Santander actividades económicas polacas vinculadas al carbón?

«Tampoco estamos diciendo a los bancos que no puedan financiar a petroleras de la noche a la mañana», apuntan desde el BCE. «Pero tiene que haber una transición hacia la financiación de actividades no contaminantes», insisten.

«Tenemos buenas y malas noticias», anunció el pasado 22 de junio Frank Elderson, miembro del Consejo de Administración del BCE y vicepresidente del comité de supervisión, sobre los test de riesgo climático. «La buena noticia es que los bancos están empezando a progresar en la gestión de estos riesgos», dijo. «La mala noticia es que este progreso no es generalizado y que hay rezagados en todas las áreas».

El esfuerzo que está llevando a cabo a este respecto la banca europea «confirma que lo que pide el BCE es posible», considera Elderson. «Solo necesitamos que todos los bancos lo hagan». La banca europea se mira de reojo y se pregunta hasta donde va a apretar el BCE con la exigencia climática cuando silban las balas.