También la confianza inversora

El indicador de estrés de los mercados financieros españoles se dispara a máximos desde la pandemia

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Montaje de mercados.

El indicador de estrés de los mercados financieros españoles se ha disparado este año hasta 0,55 puntos en octubre, lo que representa un estrés alto a unos niveles no vistos desde la pandemia. El riesgo elevado se une al hecho de que la confianza de los inversores españoles se ha desplomado también hasta zona de marzo de 2020, cuando el coronavirus eclosionó a nivel mundial.

El indicador de estrés, elaborado por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), contempla tres niveles: estrés bajo, estrés medio y estrés alto. Los 0,50 puntos marcan la diferencia entre medio y alto, por lo que acaba de entrar en el peor de los escenarios y para ver un riesgo bajo debería descender hasta 0,25 unidades, zona en la que comenzó el año.

El sistema creado por la CNMV mide hasta seis tipos de variables entre las que se incluyen el mercado de derivados o el tipo de cambio, ambos en riesgo alto. Los intermediarios financieros y la renta variable no financiera están en riesgo medio, mientras que el mercado del dinero y el mercado de bonos permanecen en estrés bajo. Pero todos ellos suben con fuerza desde el comienzo de año.

El supervisor bursátil señala que el ascenso del riesgo se debe a «las caídas de precios y los repuntes de volatilidad de la mayoría de los activos financieros, así como la tendencia creciente de las primas de riesgo, dando lugar a un incremento generalizado de los seis segmentos que componen el indicador». La correlación de todo el sistema «se mantiene en un nivel-medio alto», explican desde la CNMV.

«El entorno macroeconómico y financiero continúa siendo muy complejo por el fuerte incremento de la inflación y del abrupto giro de la política monetaria», comentan los expertos de la CNMV, que añaden que el ciclo de subidas de tipos de interés por parte de los grandes bancos centrales, que dañan la confianza inversora al reducirse la liquidez y la demanda con el temor a la recesión, «aún no han finalizado». La consecuencia, que impacta de forma directa en el indicador, es que los mercados «han incorporado este escenario» a su operativa lastrando el precio de los activos.

La confianza de los inversores y ahorradores españoles también se va hasta niveles no vistos desde 2020, concretamente se desploma a la zona de marzo de dicho año, según el índice trimestral elaborado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

La organización hace hincapié en los mismos hechos que la CNMV: subida de los precios, el alza de los tipos de interés, las perspectivas de recesión y la guerra en Ucrania. La OCU comenta que el inversor particular tiene seguro que su capacidad de ahorro no aumentará, por lo que no realizará no nuevas inversiones.

El 62% de los encuestados se contentará con poder mantener las que ya tiene y buscará hacerse con un remanente por si lo necesitan en caso de necesidad.

Por otro lado, destacan los que tienen intención de deshacer posiciones frente a los que se aventurarán a realizar nuevas inversiones, que solo suponen el 11% del total, lo que se une a otros estudios como el del bróker eToro en el que se apuntaba que el pequeño inversor sale del mercado hasta que mejoren las perspectivas. En caso de entrar en el mercado, los inversores apostarán por que la renta fija rente a las acciones, resultado contrario el ofrecido por eToro.

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