Economía

El impuesto catalán de bebidas azucaradas «es un disfraz» de la Generalitat «para recaudar dinero»

El impuesto catalán sobre bebidas azucaradas envasadas, que entró en vigor el pasado uno de mayo, ha puesto al sector agroalimentario en pie de guerra. Hace nueve días, los representantes de la cadena alimentaria presentaban un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por cómo afecta directa y negativamente al sector.

Fuentes oficiales de la Asociación Española de Distribuidores, Autoserivcios y Supermercados (ASEDAS) aseguran que este gravamen es “un disfraz, una excusa” de la Generalitat de Cataluña “para recaudar dinero”.

“El problema es que no hay coherencia en esta política impositiva porque no ha habido ningún tipo de campaña de sensibilización para concienciar a la sociedad catalana de que un consumo excesivo de los productos azucarados pueden provocar o contribuir a la obesidad. No han destinado el dinero para concienciar a las personas y si hay un problema, no se soluciona poniendo un impuesto”, apuntan las mismas fuentes.

«Cualquier impuesto sobre los alimentos frena la recuperación del sector»

El tributo tiene dos tipos de gravamen: en el primer caso, si la bebida tiene entre 5 y 8 gramos de azúcar por litro, será de ocho céntimos; mientras que en el segundo caso, si la bebida tiene más de 8 gramos de azúcar por litro, será de doce céntimos por cada 100 ml. Pero sólo tiene como objetivo las bebidas azucaradas, dejando otros productos que contienen una gran cantidad de azúcar -como la bollería industrial o los cereales- a salvo de este impuesto.

La idea también pasó por la cabeza de otras comunidades como Andalucía, la Comunidad Valenciana o Canarias. Y aunque todas se han echado para atrás, dejando a Cataluña sola, fuentes del sector sostienen que sigue entre los planes de la Comunidad Valenciana.

La cadena agroalimentaria no sólo pide que eliminen este impuesto por cómo afecta al sector, sino que no se extienda. “Estamos creciendo, pero estamos por debajo de niveles precrisis. Cualquier tipo impositivo que se aplique a los alimentos frena la recuperación de ese consumo. Pedimos que no se toquen los impuestos del sector porque, de alguna forma, tenemos que apuntalar esa recuperación que todavía no se ha consolidado”.