Economía
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La huelga de transporte ya reduce la producción en algunas bodegas de vino ante la falta de envases

La huelga del transporte ya está teniendo un impacto en la producción de algunas bodegas de vino españolas por la falta de vidrio, corcho, etiquetas o tapones, lo que está haciendo que sus líneas de envasado se hayan detenido, según confirmó José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV), a este diario.

Los problemas de suministro de este «material auxiliar» se unen a las dificultades que están teniendo las bodegas para entregar el vino, que llega mal y tarde, lo que, junto con el aumento de los costes de la energía y, en general, de la producción, está creando «casi un fenómeno de tormenta perfecta» para el sector vitivinícola, indicó. En concreto, Benítez destacó que los costes de la fabricación del vino «han subido de un día para otro hasta un 40%» por los paros de los transportistas, un repunte que calificó de «desproporcionado».

«Hay bodegas que ya no reciben vidrio o les han dicho que les retrasan los servicios de suministro», detalló Benítez, que no descarta el riesgo de «parones más fuertes» si no se desconvoca la huelga del transporte. Además, advirtió de que podría disminuir aún más la capacidad de abastecimiento. «Hay una amenaza muy seria de que cierren hornos de vidrieras porque les falta la materia prima para trabajar y eso sí sería desastroso», alertó.

Por ahora, hay a zonas de España a las que enviar los pedidos es extremadamente difícil por los piquetes, como a Galicia y Andalucía, apuntó. Bodegas como Matarromera, Arzuaga o Habla reconocieron a este periódico que tienen o han tenido retrasos en sus pedidos como resultado de la huelga.

Una portavoz de Habla señaló que los paros les han afectado tanto en los envíos de vino a sus clientes como en los productos de proveedores que tienen que recibir y que los primeros días de la huelga fueron los más duros. Si bien han logrado subsanar gran parte de los problemas, admitió que la empresa sigue «muy pendiente del parte y de que lleguen a los clientes, que han comprendido la tardanza en la entrega porque la situación es la que es».

Riesgo para el empleo 

«El sector se estaba recuperando muy bien después del batacazo del Covid. Si no puedes mandar un cargamento al puerto de Bibao desde La Rioja para un pedido a Japón, tienes un problema», incidió Benítez. Si esta crisis no se resuelve, estarían amenazados los 427.700 empleos que genera esta industria,  el 2,4% del total en España.

Desde Fedejerez, manifestaron que esta huelga, que consideraron como «más que justificada», puede tener «consecuencias gravísimas para el mantenimiento de la actividad y del empleo en las Bodegas del Marco de Jerez». Asimimo, subrayaron que algunas bodegas «se encuentran ya al límite en sus procesos de fabricación y podrían verse obligadas a tener que cerrar temporalmente sus plantas ante la falta de determinados suministros de material de embotellado (botellas, cajas, etc.), así como por tener algunas de ellas sus almacenes colapsados de productos terminados y sin poder enviarlos a los clientes». En síntesis, están «en peligro numerosos puestos de trabajo», concluyeron.

España es una potencia vitivinícola mundial, el segundo exportador del planeta en términos de volumen. En 2021, era el primer viñedo del mundo con 941.086 hectáreas, mientras que su producción media anual de vino y mosto es de entre 40 y 42 millones de hectólitros, el tercer mayor productor del mundo.

La facturación de las cerca de 4.300 bodegas españolas -de las que más del 70% exporta a 189 países en total- asciende a 5.381 millones de euros y la actividad de la cadena de valor vitivinícola supone el 2,2% del Valor Añadido Bruto en España.