Economía
Crisis del coronavirus

La hostelería anticipa una oleada de cierres, despidos y cancelaciones si retroceden a la fase 2

«Los rebrotes de coronavirus son como una carga de dinamita: automáticamente desaparecen los pocos clientes que tenemos”. Así explica  Jose Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España a OKDIARIO el efecto que tienen los nuevos focos de la enfermedad en el negocio hostelero, que representa más del 6% del PIB de España.

El sector da prácticamente por perdida la temporada de verano y asume que si continúan los rebrotes y se endurecen las medidas sanitarias, se producirá una oleada de cierres, despidos y cancelaciones hoteleras. Todavía es pronto para poner cifra a la destrucción de empleos y de negocios, pero la asociación sí que adelanta que las previsiones elaboradas a mediados de abril se quedarán «cortas». Inicialmente contemplaban el cierre definitivo de 40.000 bares y restaurantes, de los 270.000 que hay en España, y la destrucción de más de 200.000 empleos.

La incertidumbre generada por el auge de los rebrotes alimenta el pesimismo de los empresarios hosteleros que se vieron obligados -la mayoría- a abrir a pérdidas después semanas de cierre total. En concreto, el 50% de los establecimientos hosteleros que volvieron a operar tras la pandemia han facturado un 50% menos que antes del cierre obligado. Además, un 18% de los negocios han reducido su facturación más del 80% -es decir, prácticamente no trabajan-, y el 44% han aplicado un ERTE.

Aragón en fase 2 y Lérida confinada 

Un ejemplo a lo que se enfrenta el sector es lo que está ocurriendo en Aragón, donde Zaragoza, Huesca, la Comarca Central y cuatro comarcas orientales ha retrocedido a la fase 2 flexibilizada. A efectos prácticos y en líneas generales, supone que el aforo del interior de los restaurantes, cafés y bares se ha reducido al 50%, y al 75% en el exterior. Además, tampoco funcionan las barras y el uso de mascarillas es obligatorio en cualquier establecimiento público, en el exterior o al aire libre.

La hostelería aragonesa confirma a este periódico que habían reanudado la actividad con «muchísimo riesgo», a sabiendas de que el negocio no era rentable, pero confiando en que poco se irían recuperando la normalidad. Pero no ha sido así. Todo lo contrario. «El sector está hundido anímicamente. Esto supone un frenazo. En principio será una fase corta de quince días, pero los clientes actúan con miedo. Si la demanda sigue cayendo se tendrán que cerrar muchos establecimientos, aunque no sabemos si los cierres serán definitivos o no ¿Y qué ocurrirá si la administración vuelve a cerrar los establecimientos definitivamente?», dice el presidente de la patronal de Hostelería y Turismo de Aragón, Luis Vaquer

El temido escenario del cierre podría llegar a ocurrir. Según ha avanzado este periódico, el Gobierno se plantea clausurar las terrazas en pleno verano para luchar contra los rebrotes. El cierre iría acompañado de cancelaciones de eventos sociales, culturales y deportivos con el objetivo de reducir el contacto social, según indican fuentes gubernamentales a este periódico.

Desde la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón y las Asociaciones Provinciales dejan claro que entienden y son comprensivos con la alerta sanitaria, pero denuncian que muchas de las medidas que se han tomado «afectan enormemente» al sector más tocado de esta crisis.

Lérida es otro de los grandes focos de preocupación del sector hostelero. El presidente Quim Torra ha confinado a la ciudad por decreto, desobedeciendo la decisión del juzgado número 1 de la ciudad. La medida supone que no está permitida la actividad de los bares y restaurantes ni dentro ni fuera de los establecimientos. Sólo pueden servir a domicilio y  ofrecer servicios de recogida en el establecimiento con cita previa.