Economía

Las grandes marcas de alimentación aceleran su entrada en la plataforma de Amazon

Las grandes empresas de la alimentación que están implantadas en España han decidido impulsar las negociaciones con Amazon para convertirse en proveedores de su nuevo servicio de venta de alimentos a través de Internet.

Multinacionales de la talla de Coca Cola, Nestlé, Agroalimen, Kellog´s, Kraft Foods y las nacionales Puleva, Leche Asturiana y el Grupo Nutrexpa (propietaria de Cola Cao y Nocilla, entre otras marcas) se incorporan a la plataforma del gigante empresarial que dirige Jeff Bezos.

Según han confirmado a Okdiario fuentes cercanas a las negociaciones, estos grupos “están acelerando el proceso de cierre de contratos con Amazon para convertirse en proveedores”, aprovechando el impulso que va a dar la empresa norteamericana a la venta on-line de alimentos en España, en respuesta al incremento de la demanda de los consumidores.

Los contratos con Amazon van a permitir a muchas de estas distribuidoras diversificar su negocio, reduciendo la exposición que tienen en el canal de venta tradicional (tiendas físicas) a las difíciles y caras condiciones que ponen los grupos de distribución para el posicionamiento y la venta de productos.

“Las multinacionales conocen el éxito que ha tenido Amazon en otros mercados más maduros y tienen luz verde de las direcciones internacionales para irrumpir en el mercado español de venta de alimentos on-line”, señalan las fuentes consultadas.

Un aspecto que las grandes marcas de alimentación consideran muy importante es el de la innovación. En el sector siempre se ha criticado que las grandes superficies vetan la entrada de productos innovadores en los supermercados para proteger a las marcas blancas, que tienen precios más bajos. La asociación que representa los intereses de las grandes marcas (Promarca) señala a Mercadona como la cadena que más obstáculos impone a la entrada de productos novedosos. Todo esto desaparece en la venta on-line.

Los «super» ponen barreras a la innovación

La razón de que los supermercados pongan barreras a la innovación es sencilla: los productos de marca blanca son más rentables, ya que los costes de su promoción pueden considerarse como parte de sus gastos corporativos generales. El estrecho control de los supermercados sobre los proveedores de sus propias marcas ayuda también a reducir los costes directos.

Según Consumer International a esta ventaja se añade que “los comerciantes minoristas además pueden explotar la información anticipada sobre los planes para los productos de marca a los cuales tienen acceso en su capacidad como compradores”. Las marcas propias de los minoristas, por lo tanto, “no representan siempre otra alternativa para que los consumidores elijan”.

Los datos de Kantar Worldpanel certifican que la innovación ha caído en España durante los últimos ocho años en el sector del Gran Consumo (alimentación, bebidas, droguería y perfumería personal). Es decir, que el esfuerzo innovador realizado por las marcas de fabricante sigue sin tener el apoyo por parte de algunas cadenas líderes de distribución, lo que hace más necesaria la diversificación de los canales de venta.

Más capacidad de elección para los consumidores

Desde Promarca se recuerda que la penalización a la innovación “contribuye de manera esencial a la falta de crecimiento, a lo que hay que añadir el efecto negativo sobre la variedad y la capacidad de elección de los consumidores, y su acceso a los productos más novedosos”. Todos estos problemas desaparecen en la venta por Internet, especialmente si el catálogo de productos es amplio, como pretende Amazon.

No obstante, Amazon también tiene su marca blanca, denominada “Gourmet”, enseña del Grupo Miquel que en la actualidad se vende en los supermercados Spar. La compañía norteamericana afirma que no va a primar esta marca sobre las demás porque su objetivo es incluir a todas las empresas de alimentación que quieran entrar en la plataforma “para ofrecer a los clientes la mayor selección posible”.