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Giro de 180º en el teletrabajo: Hacienda tiene muy malas noticias y te afecta

El teletrabajo se ha convertido en una realidad consolidada en muchas empresas desde la pandemia. Lo que en un principio fue una medida excepcional, hoy en día es una modalidad laboral implantada en miles de negocios, permitiendo a los trabajadores desempeñar sus funciones desde casa o incluso desde otros países. Sin embargo, lo que para muchos es sinónimo de flexibilidad y conciliación, también supone un nuevo escenario fiscal que puede traer complicaciones con Hacienda.

Con la llegada de la nueva campaña de la Renta, que dará comienzo el próximo 2 de abril para todos aquellos que deseen presentar su declaración de manera online, surgen muchas dudas sobre cómo afecta el teletrabajo a la declaración del IRPF. Especialmente en los casos en los que los trabajadores desempeñan su labor desde el extranjero, las normas tributarias pueden ser más complejas de lo que parece. Dependiendo de si el trabajador sigue siendo residente fiscal en España o si ha cambiado de país de residencia, las obligaciones fiscales pueden variar de manera significativa. La Dirección General de Tributos (DGT) ha emitido recientemente una respuesta que aclara algunas de estas cuestiones, pero también deja claro que Hacienda no dará tregua a quienes no cumplan con sus obligaciones fiscales. A continuación, analizamos cómo afecta este nuevo panorama a los teletrabajadores y qué deben tener en cuenta para evitar problemas con la Agencia Tributaria.

El teletrabajo y su impacto en la tributación

Trabajar desde casa o desde otro país ya no es algo inusual. De hecho, se estima que cerca del 20% de los españoles teletrabajan en mayor o menor medida, y el 37,5% de las empresas ofrecen esta posibilidad. Pero más allá de la comodidad que esto representa, también conlleva una serie de obligaciones fiscales que varían en función del lugar de residencia y de la ubicación de la empresa para la que se trabaja.

El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es un tributo que deben pagar todos los residentes en España sobre los ingresos obtenidos durante el año fiscal. Si un trabajador reside en España, aunque teletrabaje para una empresa extranjera, deberá tributar aquí por su renta mundial. Pero si reside en el extranjero y trabaja para una empresa española, la situación cambia.

Teletrabajar desde el extranjero: las reglas que debes seguir

Uno de los aspectos clave para determinar dónde se debe tributar es la residencia fiscal. La normativa establece que una persona es residente fiscal en España si pasa más de 183 días al año en territorio español. Si supera este umbral, tendrá que declarar todos sus ingresos en España, independientemente de dónde esté su empleador.

Si, por el contrario, el trabajador se traslada a otro país y permanece allí más de 183 días, dejará de ser considerado residente fiscal en España. En ese caso, su renta será gravada en el país de residencia, pero la empresa española para la que trabaja deberá seguir aplicando retenciones en origen por el trabajo que se realice desde España. Esto puede dar lugar a una situación de doble imposición, donde el trabajador paga impuestos tanto en el país donde reside como en España.

Para evitar esta situación, muchos países han firmado Convenios de Doble Imposición, que permiten deducir los impuestos pagados en un país de lo que se debe tributar en el otro. Sin embargo, cada caso es distinto y requiere un análisis específico según el país de destino y su acuerdo con España.

Teletrabajar para una empresa extranjera: ¿qué implica?

Si un trabajador residente en España teletrabaja para una empresa extranjera, su situación fiscal también tiene implicaciones importantes. En principio, deberá tributar en España por su renta mundial, lo que significa que estará sujeto a las normas fiscales nacionales.

No obstante, si la empresa extranjera ya aplica retenciones en el país de origen, el trabajador podrá solicitar una deducción en su declaración para evitar la doble imposición. Sin embargo, esto no siempre es automático y es imprescindible revisar si existe un convenio entre España y el país de la empresa para regular este aspecto.

El problema de los nómadas digitales y la fiscalidad

El auge del teletrabajo ha dado lugar a una nueva figura: la de los nómadas digitales, personas que trabajan desde cualquier parte del mundo sin una residencia fija. Aunque pueda parecer idílico, a nivel fiscal puede ser un quebradero de cabeza, ya que muchas veces no queda claro dónde deben tributar.

En España, la ley establece que cualquier persona que genere ingresos en el país debe tributar aquí, ya sea como residente o como no residente a través del Impuesto sobre la Renta de No Residentes (IRNR). Esto significa que si una persona vive en España pero trabaja para una empresa extranjera, podría estar sujeta a una tributación específica, incluso si no es residente fiscal.

La Agencia Tributaria tiene cada vez más herramientas para rastrear a los trabajadores que no cumplen con sus obligaciones fiscales, y el teletrabajo no es una excepción. Por ello, es fundamental tener claro cuál es la residencia fiscal, cómo se deben declarar los ingresos y qué deducciones se pueden aplicar.

Para evitar problemas con Hacienda, es recomendable:

El teletrabajo sigue evolucionando y con él, las normativas fiscales. Quienes trabajan en remoto deben estar al tanto de sus obligaciones para evitar sorpresas desagradables cuando llegue el momento de rendir cuentas con Hacienda.