Economía
GESTIÓN DE PATRIMONIOS

Expectativas y evolución bursátil

Hay quien cree, erróneamente, que una empresa aumentará su cotización en bolsa si presenta unos resultados en positivo. La realidad pero, es distinta. Este mercado no se basa tanto en determinadas situaciones en negativo o positivo, sino que actúa muchas veces respondiendo según las expectativas marcadas. Es decir, por ejemplo, si una empresa presenta unos beneficios importantes pero están por debajo de lo esperado, su cotización bajará ante esta noticia.

De la misma forma, la bolsa también se anticipa a situaciones económicas que se cree que se darán en un futuro. Es entonces cuando oímos hablar sobre si la bolsa ha descontado o no aquel hecho. Es decir, actúa también como un elemento a partir del cual se puede “predecir” la futura evolución de la economía. Así, si se presentan unos datos por los cuales se espera que un país crezca menos de lo previsto o que habrá, para el año que viene, un contexto de recesión, la bolsa reacciona con bajadas en sus valores.

Una muestra muy clara de ello la hemos visto recientemente con las expectativas de crecimiento en China. Las instituciones internacionales han calculado que, aunque seguirán con valores muy superiores a los de aquí Europa (ni recordamos los tiempos de crecimientos por encima del 6%), al ser menores que años anteriores, se producirá una desaceleración de la actividad global. Hay que tener en cuenta que este país es uno de los principales exportadores del mundo y, a la vez, el que más materias primas consume para poder mantener estos ritmos productivos tan espectaculares. Por lo tanto, si baja su demanda, todos los países y empresas que basan una parte de su actividad a estas exportaciones se verán muy afectados.

¿Qué pasa ante una evaluación errónea de las expectativas?

Puede ocurrir que los mercados hubieran previsto un determinado contexto pero que, finalmente éste no haya ocurrido tal y como esperaban. Así pues, puede suceder que encontramos una discordancia entre las noticias de actualidad sobre una determinada empresa o la economía en general y el comportamiento bursátil en aquel momento. ¿Cuándo se puede dar esta situación?

Por ejemplo, si se habían estimado unos determinados beneficios para una empresa y, finalmente, éstos son de un valor menor al previsto, por mucho que éste sea positivo, su acción caería. Y lo mismo puede pasar al revés: ante una estimación muy negativa de resultados, si finalmente éstos no son tan negativos como se esperaba, la acción puede reaccionar de forma positiva. Ante situaciones de acuerdo a lo que se había descontado en su momento, la acción no sufre una variación consecuencia de este aspecto, porque ya habrá sufrido la variación correspondiente en el momento de fijar las expectativas.

¿Qué debe hacer, entonces, alguien que quiere invertir en bolsa? En lugar de fijarse especialmente en la situación que está ocurriendo en el momento de la inversión, estimar aquello que puede suceder en el futuro respecto lo que se ha esperado. A partir de aquí, escoger aquella inversión que se cree que tendrá un mejor comportamiento del esperado.