Economía
Sector restauración

Un ex franquiciado de McDonald’s denuncia a la compañía ante Trabajo por un ERTE irregular

  • Natalia Mateos
  • Periodista y redactora de economía en OKDIARIO. Tras tres años escribiendo sobre turismo y sus empresas, ahora estoy descubriendo el mundo de la distribución y el retail. Antes en el Palacio de la Bolsa y Cadena Cope. De Zamora y del Zamora.

La batalla judicial entre McDonald’s y su ex franquiciado Luis Cañizares no termina. El ex propietario de uno de los establecimientos de la cadena americana de comida rápida en Vinarós (Castellón) ha presentado una denuncia ante la Inspección de Trabajo acusando a McDonald’s de llevar a cabo un Expediente de Regulación Temporal del Empleo (ERTE) «fraudulento» a los 14 trabajadores que trabajaban en el restaurante, que fue cerrado el pasado 15 de julio.

El ERTE presentado por la cadena de comida ya ha sido incoado por la administración, tras la reclamación de Cañizares en la que alega que, con este procedimiento, Mcdonald’s lo que busca es esquivar los 300.000 euros en indemnizaciones que tendría que pagar a los empleados. De este modo,  por el momento serían las arcas públicas quien se harían cargo del coste de estos sueldos y de lo correspondiente a la seguridad social.

«Como ciudadano, es mi deber denunciar cuando cualquier persona física o jurídica pretende engañar a la administración. En este caso traspasar costes propios (laborales) a la administración para que sean sufragados
por fondos que tanto esfuerzo nos han costado a todos los contribuyentes crear y además en un momento tan crítico para muchísimos pequeños empresarios de la hostelería como es mi caso», puede leerse en la denuncia a la que ha tenido acceso este diario.

«A mi entender, el restaurante de Vinarós se ha cerrado por causas única y exclusivamente atribuibles a la empresa Restaurantes McDonald´s SAU (en adelante McDonald’s) y a sus intereses particulares, y en el caso de que se presentara un ERTE por supuestas razones técnicas, sería con el único fin de ahorrarse importantes costes laborales mientras deciden qué hacer con él», añade el escrito.

De este modo Cañizares explica que pese a que la empresa se puso en contacto con él para exigirle que sacara toda la maquinaria logística del establecimiento de Vinaròs, ésta es principalmente la excusa que ha alegado para no poder abrir el establecimiento. Este requerimiento puede leerse en el burofax que fue enviado por McDonald’s a Cañizares el pasado 2 de febrero: «A tal efecto le requerimos para que proceda a realizarnos la entrega de la posesión del local donde se ubica el restaurante, procediendo previamente a la retirada de todos los bienes y enseres que fueran de su propiedad».

Por este motivo, Cañizares explica en su denuncia ante la Inspección de Trabajo que «el 2 de febrero de 2021 McDonald´s me envió un burofax que les adjunto, donde refleja que el 12 de julio de 2001 McDonald´s suscribió un contrato de franquicia que llegaría a su fin el 15 de julio de 2021. En dicho burofax manifiestan que no tenían intención de continuar con la explotación del restaurante. Por ello me dan instrucciones expresas para que retirara todo el material propiedad de mi empresa necesario para la explotación del restaurante».

Cierre del establecimiento

En plena campaña de verano, la cadena de comida rápida americana ha cerrado uno de los establecimientos que tenía franquiciado en Vinaròs (Castellón) tras 20 años desde que comenzara el servicio de explotación. Este cierre ha tenido lugar después de un largo enfrentamiento, que todavía continúa, con Luis Cañizares y la empresa.

Así, el establecimiento cerró sus puertas el pasado 15 de julio en un gesto que no cuadra mucho con las prácticas a las que McDonald’s nos tiene acostumbrados. Hay que tener en cuenta que la cadena de comida rápida lleva años inmersa en un litigio con Luis Cañizares, que llegó a lograr que McDonald’s modificara sus contratos a nivel mundial para protegerse legalmente, dado que hasta entonces la forma en que estaba redactado lo hacía vulnerable frente a determinadas reclamaciones.

Concretamente, el establecimiento estaba ubicado en el centro comercial Portal del Mediterráneo. El conflicto entre ambas partes se remonta al pasado 2016, momento en el que el franquiciado optó por abandonar el COOP, una asociación de franquiciados españoles a la que voluntariamente se inscribió tras firmar el contrato con la cadena. Esta asociación es la encargada de gestionar el 4% que cada restaurante tiene que aportar a la central en conceptos tales como publicidad y promoción.