España destruye más de 11.000 empleos al día pero Yolanda Díaz dijo que «no se puede despedir»
Aunque la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, proclamó en una rueda de prensa en pleno estado de alarma que «no se puede despedir» en España durante la crisis del coronavirus, la realidad de la última Encuesta de Población Activa (EPA) muestra una realidad muy contraria: en el segundo trimestre de 2020 se destruyeron más de un millón de empleos, más de 11.000 al día de media.
Esta fue la afirmación de Yolanda Díaz que hoy desmienten los datos oficiales: «En nuestro país nadie puede aprovecharse de esta crisis sanitaria. No se puede aprovechar el covid-19 para despedir. En este sentido, abordamos legislativamente la imposibilidad de propiciar despidos por causas de fuerza mayor, técnicas, organizativas y de producción. No se puede despedir porque como saben hemos puesto los mecanismos legales y los recursos públicos ingentes para que puedan acudir a los expedientes temporales de regulación de empleo. No es necesario despedir a nadie en nuestro país».
La realidad es que, aunque la ministra Yolanda Díaz dijo que «no se puede despedir», el mercado laboral destruyó entre abril y junio más empleo que en toda la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística, poniendo de manifiesto que la crisis del coronavirus sí ha generado un gran número de despidos.
Aunque también es muy preocupante, no sólo los despidos, sino el siguiente dato que difundía el INE: que sólo un tercio de la población mayor de 16 años ha trabajado en realidad entre abril y junio.
De hecho, la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística muestra una trampa: dice que el número de ocupados es de 18,6 millones pero que en realidad sólo 13,9 estuvieron trabajando. Es decir, que 4,7 millones figuran como ocupadas cuando en realidad lo que estuvieron haciendo fue cobrar una prestación del Gobierno. A esto habría que sumar los 3,368 millones de parados oficiales, revelando un paro real en España de más de ocho millones de personas.
Unos datos de paro cuestionables
La crisis del coronavirus está generando una crisis sin precedentes en el mercado laboral español a pesar que los trabajadores en Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) no computan como desocupados. Las cifras son catastróficas para un sólo trimestre, demostrando la virulencia de la crisis. Batiendo todos los récords de la crisis de 2008, sólo entre abril y junio se ha destruido un millón de empleos -concretamente 1,074 millones-, en el trimestre en el que se vivieron los peores momentos del confinamiento y del estado de alarma.
Sin embargo, el número de parados creció únicamente en 55.000 personas. ¿La explicación? El INE argumenta que, según su metodología, no son parados sino inactivos los que se quedan en desempleo y no pueden buscar trabajo. Por eso la cifra de inactividad ha sumado a un millón de personas en el segundo trimestre pero el paro apenas ha crecido únicamente del 14,41% hasta el 15,33% de la población activa, un porcentaje que ya es de por sí uno de los más elevados de la Unión Europea junto con Grecia.
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