Coronavirus

España camina a la recesión y las empresas paralizan operaciones y fusiones por el coronavirus

España camina a la recesión y las empresas paralizan operaciones y fusiones por el coronavirus
Una boda sin invitados por el coronavirus en Madrid. (Foto: EFE)

El coronavirus ha provocado ya un shock económico de consecuencias, por el momento, imprevisibles. Un ex alto cargo económico de la Administración, que actualmente asesora a grandes empresas, asegura a OKDIARIO «que no somos capaces de analizar cuál será el impacto económico». «Estamos en la mitad de un choque externo», insiste. Avisa de que una crisis puede tener tres patas: de oferta, que afecta a la producción y al mercado de trabajo; de demanda, que paraliza la inversión y sectores enteros; y un shock financiero, que reajusta el valor de los activos.

El problema es que, en la actual crisis provocada por la pandemia, que ha obligado al Gobierno a decretar el Estado de Alarma en todo el país, se junta una crisis de oferta, de demanda y financiera. Y, como ocurre siempre en la economía, un problema de confianza tiene consecuencias imprevisibles: «¿Cuándo vamos a recuperar la confianza?», asegura, es la pregunta clave.

Uno de los problemas que las autoridades tienen que tener en cuenta a la hora de analizar el impacto económico es que «siempre que ha habido ajuste de valores en los mercados aparecen luego compañías que han quebrado». El Ibex 35 sufrió el jueves la peor jornada de su historia, mucho peor que ninguna sesión en Bolsa durante la Gran Recesión que se vivió en 2008, que tuvo un fuerte coletazo en 2012 que estuvo a punto de llevar a varios países como España, Grecia, Portugal o Irlanda a la quiebra.

El razonamiento que hace este ex alto cargo es el siguiente: «Un hotel si esto dura un mes lo medio aguanta. Un restaurante lo medio aguanta. El problema es cuando una empresa o una familia endeudada o que está renegociando su deuda y que tenía como colateral el valor de sus acciones», remacha.

Lo único cierto es que este primer trimestre y el segundo serán muy difíciles en España. El país, salvo que el impacto del virus se controle y vuelva la actividad cuanto antes, entrará en recesión. En Italia se descuentan caídas del PIB cercanas al 2% en un inicio, y las medidas de cierre de muchas empresas de servicios y hostelería en la economía nacional apuntan a lo mismo. No obstante, los expertos creen que como enero y febrero han sido dos buenos meses, quizás no se entre en números rojos hasta el segundo trimestre del ejercicio, entre abril y junio.

También se han paralizado ya todas las operaciones empresariales. Todo el mundo está centrado en minimizar el impacto en su negocio del coronavirus: «Todo el mundo va a retrasar las operaciones porque el valor de los activos frente a la deuda ha cambiado por completo en dos semanas», avisa este experto.  En el tema de las fusiones sí que se generarán oportunidades cuando acabe esta crisis del coronavirus ya que habrá compañías a «precio de saldo» y liquidez.

Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis, opina que «es muy probable que España entre en recesión». «El sector turismo y servicios ha sido el que ha mantenido la economía a flote», avisa, recordando que son los que más se van a ver impactados por las medidas para contener el coronavirus. De hecho, el sector turístico representa en torno al 12% del Producto Interior Bruto (PIB) del país. La semana pasada, antes del Estado de Alarma, las reservas ya eran cuatro veces más bajas que hace un año, lo que muestra las fuertes pérdidas que generará esta crisis.

Sobre las operaciones empresariales, Lacalle explica que «las empresas están acumulando caja» para hacer frente a la crisis y que «ahora no hay quien contrate a nadie». «El Gobierno debería haber eliminado las subidas de las bases máximas y mínimas de cotización», advierte.

Francisco Cabrillo, catedrático de Economía Política y Hacienda Pública de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), cree que «se haya perdido en torno a un 30% del valor en Bolsa no tiene mucho sentido». Asegura que estamos ante un «problema de expectativas». Opina que ha habido «sobrerreacción y que hay que esperar a que esto se asiente». Además de avisar de que no es lo mismo afrontar esta situación con un problema de déficit público que con superávit presupuestario, también explica que para que las empresas realicen operaciones empresariales o haya fusiones hay que esperar a que haya un precio de referencia.

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