La escalada de la rentabilidad del bono español continúa y ya toca máximos de 2018
La rentabilidad del bono español a diez años sigue su escalada en el mercado secundario de deuda y supera el 1,5%, con lo que alcanza máximos de noviembre de 2018. Los bonos nacionales siguen la tendencia alcista que registra su homólogo alemán, el de referencia en Europa y considerado el más seguro, que se sitúa en el 0,65%, niveles no vistos desde marzo de ese mismo año. En EEUU, el interés exigido al bono a 5 años ha superado por primera vez desde 2006 la del 30 años.
El bono a diez años estadounidense se mantiene estable respecto a la jornada previa, en el 2,5%, en este caso máximos de mayo de 2019. Los analistas de Singular Bank atribuyen la escalada de la rentabilidad de la deuda a la «elevada» y «creciente» inflación, que ha obligado a los principales bancos centrales a terminar con sus políticas monetarias no convencionales y anticipar otras más restrictivas.
El mercado descuenta hasta ocho subida de tipos adicionales por parte de la Reserva Federal de EEUU este año, después de que este mismo mes ya anunciara el primer alza desde 2018. Ello, explican los analistas de Renta 4, eleva el temor «de que una subida de tipos demasiado agresiva ponga en entredicho el crecimiento económico». Varios miembros del banco central estadounidense comunicaron su disposición a subir los tipos de interés en 50 puntos básicos en un futuro próximo, ya que las expectativas de inflación siguen al alza.
Y a las presiones inflacionistas se suman los cierres por coronavirus en China. Shanghái ha reforzado el confinamiento al aumentar de nuevo los casos y prohíbe a la gente salir de sus casas. «Esto, junto con la guerra en Ucrania, agrava las tensiones de la oferta global, lo que puede acrecentar las expectativas de inflación», consideran en Monex Europe.
Inversión de la curva de tipos en EEUU
Los movimientos de los bonos hacen que el mercado se fije en la curva de tipos de EEUU. Su inclinación, es decir, que los inversores exijan un mayor interés a los bonos de menor duración que al de los plazos más largos, se ha entendido históricamente como anticipo de recesión económica. Por primera vez desde 2006, el rendimiento del bono estadounidense a 5 años ha superado al del bono con vencimiento a 30 años. Ahora se sitúan en el 2,61% y en el 2,58%, respectivamente.
Sin embargo, no es la inversión de la curva en estos tramos la que suele anticipar la entrada en recesión de la economía estadounidense. Tradicionalmente se ha considerado como señal de alerta el hecho de que la rentabilidad del bono con vencimiento a 2 años supere la del bono a 10 años, algo que todavía no ha sucedido.
Los expertos de Link Securities consideran más relevante a la hora de predecir una potencial recesión el hecho de que la curva se invierta desde los rendimientos más a corto plazo; por ejemplo, que el rendimiento de los bonos a 1 o 3 meses sea superior al de los bonos a 5 o 10 años. «En este caso los bancos, que se financian a muy corto plazo y prestan a medio o largo plazo, no tendrían ningún incentivo para prestar dinero, ya que las operaciones no les serían rentables, algo que retiraría liquidez del sistema, lastrando el crecimiento económico», explican. De momento, el diferencial entre la rentabilidad del bono a 3 meses y del bono a 10 años sigue siendo holgada, de 1,9 puntos porcentuales.