Economía

El Popular reducirá plantilla y oficinas, pero no especifica en qué cantidad

El presidente del Banco Popular, Ángel Ron, ha avanzado este lunes que la entidad podría realizar ajustes en su red de oficinas y empleados «en la medida en que lo provoquen los cambios tecnológicos y las condiciones de mercado lo aconsejen». Ron ha hecho el anuncio durante su intervención en la junta general de accionistas de la entidad celebrada en Madrid.

De esta manera, Ron adelanta los que pueden ser los siguientes movimientos del Popular, en la línea de los del Santander y el BBVA. La reducción tanto de plantilla como del número de oficinas es un primer paso para prepararse al baile de fusiones que arrancará una vez que haya un nuevo Gobierno en España.

Desde la integración de Banco Pastor en 2011 el número de oficinas se ha reducido en 650 sucursales

Ron ha recordado que Popular ya ha ajustado su red de oficinas siguiendo los cambios del mercado y empleando sus propios medios. En este sentido, ha señalado que desde la integración de Banco Pastor en 2011 el número de oficinas se ha reducido en 650 sucursales, equivalente a un 23%, y el de empleados en un 17%, lo que compara «positivamente» respecto al sector, según ha informado Europa Press.

Además, ha añadido que este ajuste se ha realizado «sin perturbar la paz social y ha avanzado que en el actual entorno «desafiante para la industria bancaria», Popular seguirá ajustando su red «en la medida en que lo provoquen los cambios tecnológicos y la condiciones de mercado lo aconsejen».

A lo largo de su intervención, Ron ha defendido que Popular es «un banco sólido y solvente» con un buen modelo de negocio que, sin embargo, tiene que acelerar la reducción de los activos no rentables, por lo que ha desarrollado un «ambicioso» plan cuyo objetivo es rebajar en 4.000 millones de euros los activos improductivos para 2016.

Ángel Ron y Francisco Gómez (Foto: EFE).

Para que este proyecto se cierre con éxito es necesario que «se resuelvan algunas incertidumbres», según ha detallado el presidente de la entidad, quien ha precisado que la acción de Popular ha vivido una «reacción exagerada» en los mercados ligada a la evolución de las perspectivas económicas de España y a la incertidumbre política.

La acción de Popular, que ha caído en un contexto de bajada de los bancos en general, es «muy líquida» y su valoración actual es baja, por lo que los precios objetivos de los analistas se sitúan a mucha distancia de la cotización.

Alianzas del Popular

Otro de los objetivos del banco para este ejercicio es ampliar las alianzas con socios estratégicos e incrementar la concesión de crédito. Durante el pasado ejercicio, Popular elevó la nueva contratación de crédito un 7,2%, hasta alcanzar los 23.411 millones de euros.

Pese a la evolución positiva de 2015, Ron ha advertido de que los bancos tendrán que seguir gestionando su negocio con los tipos de interés próximos a cero, lo que afecta a sus resultados. «Los modelos de negocio de los bancos se ponen a prueba», ha advertido.

El directivo ha augurado que los tipos se mantendrán en niveles bajos «durante algunos años», algo que dividirá al sector «entre quienes saben adaptarse a los tiempos y aquellos que no van a ser capaces de encontrar respaldo de los mercados en un contexto de altas exigencias de solvencia».

En este sentido, ha precisado que el crecimiento del negocio bancario choca con el extenso y continuo proceso de devolución de deuda de los clientes, la caída de márgenes, los riesgos por litigiosidad (entre ellos las cláusulas suelo) y el impacto en la reputación de los bancos por causas diversas.

No obstante, entiende que Popular, cuyo modelo de negocio está basado en el cliente, con el foco puesto en pymes y familias, «saldrá ganador de este proceso, porque garantiza los mejores ingresos a lo largo del ciclo».

Otro de los desafíos a los que apunta el presidente del Popular es la incertidumbre sobre futuras regulaciones, que «afecta a la estabilidad financiera y al crecimiento económico». Así, ha explicado que la naturaleza de los bancos, que supone dar crédito, «exige atraer capital al que ha de ofrecérsele la rentabilidad adecuada» y ha ha indicado que se hace necesario «no penalizar esa rentabilidad por debajo de las expectativas que razonablemente pueda tener un accionista».

A ello ha unido el reto de la digitalización y la irrupción de las fintech, aunque confía en que los nuevos jugadores ofrezcan oportunidades de cooperación con los bancos comerciales