Economía
Crisis industrial

Duro Felguera vende a Fortress sus litigios por 40 millones y allana el acuerdo con la banca

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Duro Felguera ha vendido los derechos de cobro de las posibles indemnizaciones en litigios que tiene abiertos (derechos de crédito derivados de los litigios) al fondo de inversión Fortress por unos 40 millones de euros. Esta inyección se suma a los 120 millones prometidos por la SEPI y allana el camino para que se alcance por fin un acuerdo entre la empresa y los bancos acreedores. De quien nadie espera que aporte recursos es del Gobierno del Principado de Asturias.

Aunque no es muy habitual en España, todos los derechos de cobro -esto es, los instrumentos que dan derecho a cobrar cantidades en el futuro- se pueden titulizar y vender a un tercero, ya sean créditos, hipotecas, alquileres de inmuebles (es lo que compran muchos fondos del sector inmobiliario) o, como en este caso, litigios. Es decir, si Duro Felguera gana el juicio en cuestión, será Fortress quien lo cobre.

Estas transacciones se hacen siempre por un valor muy inferior a la cantidad que puede cobrar la empresa si gana, precisamente por el riesgo de que pierda y no cobre nada. Los fondos tienen que hilar fino para que la diferencia entre lo que pagan a Duro Felguera y lo que cobrarán en el futuro por los litigios que ganen (su beneficio) compense las sentencias que pierdan. Siempre hay un riesgo de que no acierten y les salga mal, que ellos calculan e incluyen en el precio.

Duro Felguera, que ayer presentó unas pérdidas de 171 millones en 2020, no detalla exactamente el importe de los litigios que espera ganar, sino que los incluye en el epígrafe «otras cuentas a cobrar» junto a otros conceptos como la facturación parcial pendiente de pagar por sus clientes, por importe total de 233 millones. Los litigios más importantes se refieren a proyectos de la compañía en Venezuela, Argentina e India.

La guerra entre Duro Felguera y los bancos

Estos 40 millones de la venta de los litigios se sumarán a los 120 prometidos por la SEPI, con lo que Duro Felguera asegura que esa liquidez no tendrá que ponerla la banca. También existe la posibilidad de que el Principado de Asturias inyecte algo más de dinero, según había anunciado el propio presidente autonómico, el socialista Adrián Barbón. Pero fuentes de las negociaciones aseguran que «el Principado ni está, ni se le espera».

En todo caso, la venta de los litigios es un elemento más que acerca el acuerdo entre Duro Felguera y la banca. Este pacto es el único escollo que queda para la refinanciación de la compañía y se ha enquistado entre acusaciones cruzadas de cambiar las condiciones de la operación.

Como informó OKDIARIO, los bancos se han plantado ante las exigencias de la compañía y han exigido que esta reduzca su deuda (actualmente de 85 millones) en el importe que no garantice la entidad pública Cesce de los nuevos avales que necesita la empresa para seguir funcionando. Cesce solo avala el 70%, por lo que, si los avales son de 100 millones, la banca tendría que asumir 30 y exige a Duro Felguera que pague esa cantidad. Ante lo cual, lo que se ha hecho es reducir el total de avales de 100 a 80 millones, cantidad con la que la empresa tiene suficiente para operar en 2021 y que ampliará si es necesario en el futuro.

La SEPI tiene que volver a estudiar la operación

Desde la empresa, en cambio, se asegura que la banca ha cambiado las condiciones del plan de viabilidad que presentaron a la SEPI una vez presentado, y que con sus nuevas exigencias, no era posible seguir con la tramitación del expediente de la SEPI. Ahora, con la venta de los litigios, Duro Felguera confía en que la banca relaje su postura y se pueda alcanzar una solución intermedia. Otros obstáculos para el acuerdo son en qué se transforma la deuda que se refinancie: la empresa quiere que una parte sea un préstamo participativo y otra un bono convertible porque computan como capital, pero estos instrumentos tienen menos derechos en caso de concurso de acreedores (son menos senior y cobran más tarde).

En el fondo, subyace las visiones diferentes de unos y otros sobre Duro Felguera. La empresa considera que «es increíble que nos pongan contra las cuerdas por unas cantidades que son ridículas para los cinco grandes bancos españoles», según las fuentes. Y recuerda que, tras la refinanciación de 2018, cambió a los gestores y ha devuelto a los acreedores más dinero del que queda por refinanciar. La banca, en cambio, plantea que ya ha perdido 200 millones en una compañía cuya viabilidad es muy dudosa y no está dispuesta a perder un euro más. De ahí que exigiera primero la entrada de un inversor (como ninguno dio el paso, tuvo que entrar en Estado) y que ahora no esté dispuesta a aumentar su riesgo.

Las dos partes están convencidas de que se alcanzará un compromiso aceptable por todos en breve, pero estos contratiempos han hecho que se interrumpan los plazos administrativos y que la SEPI tenga que evaluar otra vez el nuevo plan económico-financiero, aunque nadie piensa en que esta vez vaya a decir no al rescate.