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Díaz Ferrán vuelve al banquillo por apropiación indebida en la venta de pasajes de Eurolíneas Marítimas

El expresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y del grupo Marsans, Gerardo Díaz Ferrán, se sentará de nuevo en el banquillo de los acusados este jueves por la presunta apropiación indebida de más de 200.000 euros en la venta de billetes y pasajes de la Eurolíneas Marítimas. La Fiscalía de Madrid solicita cinco años de prisión.

Díaz Ferrán abandonó la prisión de Soto del Real en febrero de 2018, después de que el juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, autorizase un mes antes su excarcelación, concediéndole el segundo grado -régimen de semilibertad- por buen comportamiento. El expresidente de la patronal llevaba en ese centro penitenciario desde diciembre de 2012, cuando fue detenido en el marco de la ‘operación Crucero’.

El acusado, de 76 años, había cumplido ya una tercera parte de su condena, pues acumulaba más de 10 años de prisión por varias causas judiciales, entre ellas el conocido caso ‘Marsans’ y las ‘tarjetas black’.

La Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid le juzga casi nueve años después de que el Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid iniciase la investigación de las relaciones mercantiles que concertaron entre 2008 y 2009 algunas de sus empresas con la entidad Eurolíneas Marítimas (Balearia) «con ánimo de obtener ilícito beneficio», según destaca el fiscal en su escrito provisional de acusación.

Viajes Marsans, Viajes Crisol y Rural Tours, que dependían de Díaz Ferrán y su socio, fallecido durante la instrucción de la causa, actuaron de intermediarias en la venta billetes y pasajes de buques que les entregaba Eurolíneas Marítimas.

Tras finiquitar la operación de venta y, previa retención de un porcentaje en calidad de comisión por cada billete, las empresas del acusado y su socio procedían a liquidar las cantidades vendidas mediante la emisión de pagarés, «resultando que las cantidades resultantes de las ventas de los mencionados billetes no fueran satisfechas», destaca la Fiscalía.

Cuatro periodos

Las operaciones se llevaron a cabo en cuatro periodos de tiempo distintos durante los años 2008 y 2009. Así, por ejemplo, entre el 20 de agosto de 2008 y el 10 de agosto de 2009 Eurolíneas Marítimas entregó a Viajes Marsans un total de 60 billetes por lo que debía satisfacer a la entidad con 48.254,24 euros, «ya descontado el porcentaje de la correspondiente retención».

En los cuatro casos, tras liquidar el producto de la venta y emitir la factura por el correspondiente importe se emitía un pagaré que resultaba siempre impagado.

Por estos hechos la Fiscalía solicita cinco años de prisión por el delito continuado de apropiación indebida y reclama a Díaz Ferrán una indemnización en concepto de responsabilidad civil de 226.119 euros por el importe de los billetes vendidos. A esta cantidad se sumaría otros 12.911 euros por el importe de los gastos de devolución de los pagarés.

Otras condenas

Gerardo Díaz Ferrán fue condenado en 2015 por la Audiencia Nacional a cinco años y medio de prisión, que él mismo aceptó al reconocer los hechos, por el vaciamiento al Grupo Marsans. Además, se le impuso la multa de 1,2 millones de euros y se le ordenó indemnizar de forma solidaria con 450.000 euros a Meliá Hotels International, Viajes Iberojet, AC Hoteles y Pullmantur por los prejuicios causados.

Por otro lado, fue también condenado a una pena de dos años y dos meses de prisión en una sentencia dictada en diciembre de 2013 por el juez de la Audiencia Nacional José María Vázquez Honrubia por defraudar 99,04 millones en la adquisición de Aerolíneas Argentinas. Pena a la que se sumó otros dos años de cárcel por quedarse con 4,4 millones de euros pagados al Grupo Marsans por clientes que contrataron viajes que nunca llegaron a disfrutar.

La última condena que se le impuso fue la de dos años de prisión por el gasto de 93.984 con la ‘tarjeta black’ de Caja Madrid y Bankia. No obstante, esta pena no se tuvo en cuenta a la hora de calcular la tercera parte de los años de cárcel cumplidos, ya que aún no había sido declarada firme por el Tribunal Supremo.

El juez Castro excarceló a Díaz Ferrán por su buen comportamiento, pero le puso bajo vigilancia mediante una pulsera telemática, lo que permite no tener que volver al centro penitenciario todos los días. El magistrado, además, tuvo en cuenta que el propio expresidente de los empresarios mandó en febrero de 2016 una carta a la Audiencia Nacional en la que mostró su arrepentimiento y que realizó durante su estancia en prisión estudios de ‘Económicas’ en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).