Economía

¿Deutsche Bank puede caer? El mercado lo señala ahora como el rival más débil, y la ley impide rescatarlo

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Parecía que la tormenta bancaria había pasado, pero este viernes volvió con furia renovada a los mercados, que han elegido nueva víctima: Deutsche Bank, que ahora se percibe como el rival más débil en la banca europea. Hay similitudes con Credit Suisse, aunque su situación no es ni mucho menos tan crítica. Eso sí, si llegara a caer el gigante alemán, sería la mayor quiebra bancaria de la historia: tiene 1,4 billones (españoles) de activo. Y, en teoría, no se le podría inyectar dinero público según las normas de resolución europeas.

Al igual que el  banco suizo, vendido a UBS en una polémica operación, Deutsche Bank tiene detrás una historia de pérdidas, implicación en escándalos financieros y cambios de liderazgo. Pero parecía haber dado con la tecla con el CEO que nombró hace cuatro años, Christian Sewing, que se embarcó en un profundo plan de reestructuración del banco que ha logrado devolverlo a beneficios en los tres últimos años. Y su previsión es un ligero incremento de las ganancias en 2023.

Ahora bien, en momentos de tanta tensión como los actuales tras los casos del citado Credit Suisse, Silicon Valley BankSignature Bank, el mercado está muy nervioso y huye a la primera señal de peligro. En este caso, fue la decisión de Deutsche de amortizar anticipadamente una emisión de bonos subordinados parecidos a los que van a perder toda la inversión en el banco suizo.

En teoría, eso es bueno, puesto que los bonistas recuperarán el dinero y no correrán el riesgo de asumir pérdidas en una eventual crisis. Pero eso desató el temor a que la decisión tenga detrás algún problema oculto en el banco alemán, lo que disparó el precio de los seguros contra un posible impago de su deuda (CDS) y hundió el valor en Bolsa.

El siguiente en caer

No parece demasiado probable que caiga Deutsche Bank, pero, como ha alertado OKDIARIO, tampoco se puede descartar por completo, ya que la subida de los tipos de interés puede hacerle daño en sus grandes posiciones en deuda pública. Y lo más importante: si sus clientes entran en pánico -algo que pueden favorecer las redes sociales-, pueden retirar masivamente depósitos y generar un grave problema de liquidez.

Hay que tener en cuenta que el mercado siempre trata de identificar al rival más débil, es decir, el próximo que puede caer. Tras la resolución del Banco Popular en 2017, el mercado se lanzó contra Liberbank (hoy fusionado con Unicaja) al interpretar que podía tener los mismos problemas de solvencia y sufrir también una fuga de depósitos. La tormenta sólo se calmó cuando la CNMV prohibió las posiciones bajistas en el valor, en una decisión muy polémica puesto que no había hecho lo mismo con el propio Popular.

Sin dinero público

Siguiendo con el ejemplo del Popular, la normativa de resolución europea que se aplicó al banco español debería aplicarse también en caso de que finalmente caiga Deutsche Bank. Y esta normativa está diseñada para que no se rescate a los bancos dinero público, sino que primero deben perder todo su dinero los accionistas, los bonistas e incluso los depositantes que tengan cantidades por encima de los 100.000 euros garantizados. Pero esta regla sólo se ha aplicado al Popular, mientras que Italia rescató con dinero público a varios bancos pequeños creando un agravio comparativo.

En todo caso, antes de llegar a una hipotética resolución, el BCE y el Bundesbank tomarán todas las medidas que sean necesarias; inicialmente, una gran inyección de liquidez mayor aún que la que Suiza concedió a Credit Suisse, de 50.000 millones. Y hay que recordar que esta medida fue insuficiente en ese caso y que finalmente la entidad tuvo que ser vendida a UBS por 3.000 millones con un rescate encubierto del Estado suizo.