Economía

David Taguas, el director de la Oficina Económica de Moncloa que le discutía a Zapatero sus ocurrencias

Cuatro años se cumplen este martes del fallecimiento de David Taguas, el que fuera director de la Oficina Económica de Moncloa en la última legislatura de Zapatero.

Un infarto repentino se lo llevó a la edad de 60 años cuando dos días antes, tuve la oportunidad de debatir con él en la tertulia económica de RNE, cuestiones relacionadas con la actualidad de nuestro país. Su imponente voz, su conocimiento enciclopédico le hacían un fiero rival y sobre todo ser, de los pocos con mando en plazo, que se enfrentó al presidente ZP y sus famosas ocurrencias en materia económica.

Hay que aclarar que no a todas pues fue firme partidario del cheque bebé, pero como afirman los que le conocieron bien, era un patriota y le gustaba tanto la economía que cuando las cosas no iban bien sufría de verdad.
De quien era realmente amigo era de Miguel Sebastián que fue el nexo de unión entre el presidente y él y ambos compartían ese enfoque de la economía social liberal de la Escuela de Chicago.

Era de libro, dice otro estrecho colaborador, «quería bajar impuestos, tener coste laborales bajos, un único impuesto pues el resto (sociedades, IRPF) distorsionaban y sólo había que «castigar» los dividendos a la riqueza», aclarar esta fuente.

Enemigo del déficit, su política económica podía ser perfectamente intercambiable con la de un dirigente del PP, dicen alguno de sus detractores, pero fue el responsable de preparar parte del programa económico de Zapatero con el que ganó las elecciones en 2004.

Fue muy criticado pues pasó de estar en la Moncloa zapateril a presidir la patronal de constructoras Seopan. Desde este puesto atacó a su antiguo jefe por el fuerte recorte que impuso en la obra pública a partir de la eclosión de la crisis allá por 2010.

Fumador empedernido, era licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid, doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de Navarra y diplomado en el Instituto Nacional de Estadística, realizó los estudios de posgrado en el Banco de España.

Fue profesor de Econometría en la Universidad Carlos III en Madrid y de Macroeconomía en ICADE y en la Universidad de Navarra. Hasta 2006 fue subdirector de Estudios del BBVA y trabajó también en el Ministerio de Economía.

A Rajoy tampoco le tenía mucho cariño y le acusaba de ser poco riguroso, en la universidad Camilo José Cela, la última en la que impartió, clase le recuerdan por su afán de compartir su sabiduría con los alumnos.

Uno de ellos, Javier Santacruz, ahora profesor de Economía en la Universidad de Essex, le recuerda como un incansable luchador en aras de dejar un país mejor para nuestros hijos.

«Dejó un legado extenso: desde sus primeros trabajos estadísticos para modernizar las técnicas macroeconómicas en España hasta su último libro ‘Cuatro bodas y un funeral’”, pero su mayor legado fue el Artículo 135 de la Constitución Española que permitió ordenar la economía española y asentar a futuro unas bases creíbles de estabilidad presupuestaria y control de la Deuda. Siempre tuvo claro que un sacrificio en el presente asegura una recompensa futura».