Economía
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Credit Suisse: ¡El fin de una era!

“Cuanto más cerca está la caída de un imperio, más locas son sus leyes” Marco Tulio Cicerón

El orden social establecido al amparo del establishment nos da una cierta sensación de refugio, ¿no les parece? Entre el poder y su poco merecida autoridad se esconde el cumplimiento de unas normas que no siempre son justas, ni moralmente éticas. Sin embargo, como seres humanos, nos sentimos cómodos en el regazo de un ‘statu quo’ que viene aparentemente bien para muchos.

Al fin y al cabo, todos buscamos una mezcla entre libertad y seguridad que el Estado se encarga de facilitarnos mediante la propaganda. Pero francamente, hasta donde yo sé, la historia de las civilizaciones está escrita en el progreso, la revolución y la caída de absolutamente todos los órdenes sociales establecidos, y lógicamente esta era no será muy distinta. Hoy les hablo de una revolución silenciosa de la cual la mayoría ignora su magnitud, pero la vivimos todos los días; ¡la revolución digital!

Y de un colapso contrastado, como es el del sector financiero tras la quiebra del Silvergate Bank, Silicon Valley Bank, Signature Bank, First Republic Bank y Credit Suisse, ¡pas mal! El efecto dominó deja en la estacada al histórico banco Suizo tras un fallido intento de rescate por nada menos que 50.000 millones de francos suizos y una jugada maestra que no le vendrá nada mal a UBS que se hará con 600.000 millones de euros en activos por cincuenta centavos la acción 2.000 millones de francos suizos y la garantía por parte del gobierno suizo de 6.000 millones de francos para volver a socializar las pérdidas de un banco herido. ¿Les suena? A río revuelto… ganancia de pecadores, ¿o eran pescadores? ¡Bienvenidos al nuevo fallo del sistema!

Muchas voces dirán que el rescate es necesario y que tal vez sea imperativa más regulación. Otros, lo presentarán como un ejemplo más de que se debe nacionalizar los bancos, al fin y al cabo, tener el control financiero del país con un banco público es el máximo anhelo del poder. Pero la realidad señores, es que el problema no radica en buscar parches, ni populismos, como tampoco florituras.

El euro dejó de ser fuerte justo cuando Mario Draghi sacó el bazuca monetario. El corsé monetario que imperó en el BCE de Jean-Claude Trichet era más o menos criticable, pero sujetaba el euros de los excesos del dólar. Lo que contaminó Europa fue la burbuja sinrazón de las hipotecas ‘subprime’ en USA y algunas partes de Europa como en España.

Pero en especial por la abultada deuda y los déficits de los Estados miembros. Mientras las naciones sigan descuadrando sus presupuestos y abultando su deuda, la necesidad de un banco de última instancia será necesario. Y mientras el BCE y la FED sigan empeñados en regular e intervenir el mercado de deuda, Mr. Market seguirá tratando de aprovecharse de una burbuja asquerosamente codiciosa creada por y para los bancos centrales.

Y colorín colorado, así se destruye un imperio. Con base en la negación del origen del problema y una apabullante nula capacidad de tomar la determinación de hacer lo que es correcto. Quien me conoce sabe que soy firme en mis opiniones, debido a que las analizo lo suficiente como para no atreverme a exponerlas si no es así, dicho todo lo cual, bancos centrales y gobiernos deberían cuadrarse al presupuesto y presentar al mercado un ambicioso plan de reducción de la deuda.

Profesionalizar los servicios públicos y trabajar para buscar la eficiencia tecnológica que permita reducir la factura de salarios públicos con la intención de sanear las finanzas de todos y flexibilizar la normativa para que las empresas, dentro de un marco legal convenido y serio, permitan a las personas valerse por sí mismas, protegiendo por supuesto a los ciudadanos más vulnerables, y ayudando a que todos encontremos nuestro camino en la vida.

Encontraría adecuado un escenario en el que los bancos tuvieran un firme compromiso sobre incrementar de manera gradual sus recursos propios, e incentivo fiscal para aquellas entidades que reduzcan dividendos en pro de seguir incrementando sus RRPP con el fin de acercarse a un modelo bancario de coeficiente de caja del 100%, ¡no me cansaré de decirlo!

Decisiones complejas en tiempos complejos, ¡el pan de cada día! pero, ¿sería demasiado pedir señores? La realidad es que Christine Lagarde subió los tipos de interés en cincuenta puntos básicos haciendo lo que tenía que hacer, pero dejando una gran incógnita sobre futuras actuaciones, seguida de una FED que demostrará esta semana con su decisión en cuanto a la política monetaria la verdadera preocupación del mandamás monetario mundial Jerome Powell.

Cuanto más cerca está la caída de un imperio, más locas son sus leyes, ¿verdad? yo me atrevería a añadir que también sus gentes. La lógica y el sentido común a veces se pierden entre excesos de facilidad, y sí, claro está que todos queremos una vida sin complicaciones, pero lo cierto es que los excesos siempre se pagan. Al final todo en la vida no se puede tener, o eso dicen.

El coste de oportunidad es el precio de elegir, y las decisiones que tomamos marcan el destino de nuestras vidas. ¿Qué decidirá Mr. Powell esta semana ante la avalancha de quiebras bancarias? Decida lo que decida, lo que estamos viviendo es sin duda el fin de una era. Para mi no hay final real. Solamente es el lugar donde detienes la historia. El cambio es algo grandioso, al fin y al cabo el hombre ha de fijar un final para la guerra. Si no fuera así, la guerra fijará un final para el hombre, siempre.