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NH Hoteles certifica su cisma al rechazar la OPA de Mint y advertir que los tailandeses ponen en peligro a la empresa

Hesperia acepta vender sus acciones criticando con fuerza a Minor

El alto endeudamiento de la tailandesa podría arrastrar a NH, consideran

El consejo de administración de NH Hoteles ha emitido un informe muy negativo sobre las intenciones de compra de la cadena hotelera por parte de Mint, compañía tailandesa que ya posee el 46,25% del capital social de NH y que busca hacerse con el 100% a un precio de 6,3 euros por acción. El órgano de gobierno de una de las principales cadenas hoteleras españolas ha sido muy negativo con las intenciones de Mint, tanto por el precio ofrecido, que se considera unánimemente bajo, como por la «credibilidad» de su plan de negocio.

Hesperia, cadena hotelera catalana con un 8,13% del capital, ha manifestado que «el fuerte apalancamiento del oferente, la falta de
credibilidad de las sinergias derivadas de la operación, la inexistencia de un verdadero plan industrial de creación de valor para NH Hoteles y la diferente cultura de inversión y gestión del negocio hotelero del oferente, generan incertidumbre en torno al futuro de la compañía a medio y largo plazo lo que probablemente repercutirá notablemente en el valor de cotización de sus acciones». El CEO de Grupo Inversor Hesperia, Jordi Ferrer, certifica sin embargo que la intención de su sociedad es hacer liquidez y salir de la sociedad, aún considerando que su futuro se complica con los nuevos dueños.

«Dudamos de que haya un verdadero plan industrial de creación de valor para NH Hoteles», ha dicho Ferrer en su carta, a la vez que ha asegurado que el nuevo propietario de NH hará una limpia en el consejo de administración ya que, asegura, «la experiencia demuestra que -para los nuevos dueños- no caben otras sensibilidades».

«Se ha roto la armonía»

También ha sido muy crítico José Antonio Castro, el presidente de Hesperia. «no puedo más que lamentar los hechos que se han producido en el seno de la Compañía desde el pasado mes de junio y que han llevado a la ruptura de la armonía que antes existía en la compañía entorno a un proyecto común que beneficiaba a todos los accionistas. El objetivo último de cuanto ha acontecido ha sido la adquisición de la compañía por un precio por acción artificialmente creado y que solo beneficia al oferente. He estado expectante e impaciente ante la posibilidad de que el oferente nos presentara un proyecto de futuro en relación con la compañía en el que cupiéramos todos los accionistas y a todos nos beneficiara pero no ha sucedido así. Dadas las circunstancias, no puedo creer en el futuro de una compañía que se guíe por el interés de un único accionista».