Colau cobrará a los muertos una tasa para poder ser enterrados en el nicho familiar
La nueva Ordenanza de Cementerios del Ayuntamiento de Barcelona, liderado por Ada Colau, elimina las concesiones a perpetuidad de las sepulturas y las convierte en vitalicias previo pago de una tasa. Es decir, los propietarios de una sepultura en los cementerios de la ciudad condal tendrán que volver a abonar un tributo por algo que ya pagaron sus antepasados.
El Ayuntamiento de Barcelona modifica la Ordenanza de Servicios Funerarios y Cementerios aprobada en octubre de 1997 y regular las sepulturas y nichos concedidos en régimen de perpetuidad de las sepulturas para que pasen a ser vitalicias.
Una medida del Gobierno de Barcelona en Comú (BComú) con la que pretende llevar a cabo un proceso de “reconversión de estas perpetuidades” en sepulturas “vitalicias a 50 ó 75 años”, según el texto. Una vez cumplido este plazo, los propietarios de los nichos tendrá que abonar un tributo para ‘revalidar’ la propiedad por el mismo periodo de tiempo.
De alguna manera, esta nueva tasa que pretende imponer el Consistorio de la ciudad condal sería algo parecido a un impuesto de sucesiones, los herederos de los nichos tendrán que pagar un gravamen por una concesión por la que ya se ha pagado en vida. Lo que no se ha especificado es a cuánto ascendería la tasa, ésta se fijaría una vez que la ordenanza sea firme.
Tal como se indica en el texto del Ayuntamiento, desde 1988, año de la primera normativa, no se pueden adquirir sepulturas de “perpetuidad”, sin embargo, sí que hay cientos de familias que las han comprado antes de esa fecha o que han heredado de sus familiares.
Javier Mulleras, portavoz adjunto del PP en el Consistorio, se muestra frontalmente en contra de esta normativa “porque es un ataque contra los derechos adquiridos por los propietarios de esas sepulturas”, concluye en conversación con OKDIARIO.
Las concesiones indefinidas pasarían a ser vitalicias, según la nueva ordenanza de cementerios, lo que el PP de Barcelona considera que es, “entre comillas, una ‘expropiación en diferido’ porque obligan al ciudadano pagar una tasa por algo que ya ha pagado su familia».
Por su parte, el Gobierno de Ada Colau explicaba, cuando sometió la ordenanza a consulta pública, que “después de casi 20 años de vigencia, la realidad de la sociedad ha cambiado lo suficiente como para hacer necesaria una actualización”.
Carina Mejías, desde el grupo Ciudadanos en el Ayuntamiento, que votó a favor de la nueva ordenanza en pleno, explica a este periódico que “muchos de los nichos con concesiones a perpetuidad estaban abandonados”. Por ello, señala la dirigente naranja, “se cambió la concesión a vitalicio, de forma que una vez fallecido el titular, puede producirse una segunda concesión a 75 años entre miembros de una misma familia aplicando el pago de una tasa”.
Mejías cree que, de esta forma, “se favorece la sucesión en el tiempo de los titulares”. El PP fue el único partido presente en el Ayuntamiento de Barcelona que votó en contra de esta nueva Ordenanza de Cementerios, el reto de grupos votó a favor.
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