Economía
COMERCIO INTERNACIONAL

Bruselas recrudece la guerra comercial con China con una investigación ‘antidumping’ al sector del metal

La Comisión Europea ha aprovechado una denuncia de Imerys para comenzar este procedimiento

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

Bruselas ha abierto una investigación antidumping contra China por posibles prácticas anticompetitivas a través de las importaciones comunitarias de alúmina fundida, un material que se usa en el sector metalúrgico, recrudeciendo así la guerra comercial entre ambos bloques. La Comisión Europea ha aprovechado una denuncia de Imerys, una compañía mineral francesa, para comenzar este procedimiento.

La empresa asegura que las importaciones de este producto asiático «están siendo objeto de dumping y, por lo tanto, están causando un perjuicio a la industria de la Unión». La alúmina fundida es una forma procesada de óxido de aluminio obtenida al fundir alúmina en hornos eléctricos a altas temperaturas, lo que le confiere buenas propiedades para la industria.

Estas características la hacen ideal para una amplia gama de aplicaciones en la industria del vidrio, la de los metales para tareas de corte, pulido y acabado, y otros. «El denunciante alegó que, debido a la existencia de distorsiones significativas, no era adecuado utilizar los precios y costes internos de la República Popular China», explica Bruselas.

El denunciante fundamentó sus alegaciones de distorsiones significativas en la economía de China con base en el documento de trabajo de los servicios de la Comisión a efectos de las investigaciones de defensa comercial.

Según este informe, factores como la tierra, la energía, el capital, las materias primas y el trabajo, junto con las distorsiones específicas del sector químico, afectan de manera sustancial la producción y venta del producto investigado. Las investigaciones de Bruselas concluyen que hay motivos «significativos» que refuerzan «las alegaciones planteadas» por la empresa.

Investigación de Bruselas a China

«A la luz de la información disponible, la Comisión considera que hay elementos de prueba suficientes que apuntan a que, debido a la existencia de distorsiones significativas que afectan a los precios y los costes, la utilización de los precios y los costes internos del país afectado es inadecuada, lo que justifica el inicio de una investigación», ha sentenciado Bruselas.

En ese sentido, Imerys ha aportado una serie de pruebas a la Comisión que muestran como «las importaciones del producto investigado aumentado globalmente en términos de cuota de mercado».

Li Qiang, primer ministro de China.

«Las pruebas facilitadas por el denunciante muestran que el volumen y los precios del producto investigado importado han tenido, entre otras consecuencias, repercusiones negativas en las cantidades vendidas, el nivel de los precios aplicados y la cuota de mercado de la industria de la Unión, lo que ha tenido efectos muy desfavorables en los resultados generales, la situación financiera y el empleo de dicha industria», afirman las autoridades comunitarias.

«Según los elementos de prueba aportados junto con la denuncia, la alúmina y la bauxita, que representan al menos el 17% del coste de producción del producto investigado, están sujetos a IVA a la exportación en el país afectado», explican.

«A partir de una comparación de los precios en los mercados internacionales representativos, según un informe sobre información de mercados publicado por Business Analytiq, con los precios del país afectado, se determina en la denuncia que las distorsiones del mercado de materias primas parecen dar lugar a precios significativamente inferiores a los de los mercados internacionales representativos», aseguran.

Por ello, Bruselas «examinará las presuntas distorsiones, para determinar si, en su caso, un derecho inferior al margen del dumping sería suficiente para eliminar el perjuicio» y advierte a China que, si no coopera con la investigación, «el resultado puede ser menos favorable para ella de lo que habría sido si hubiera cooperado».

Guerra comercial

Desde principios de julio, Bruselas ha impuesto tarifas de hasta el 38,1% a los automóviles eléctricos de batería importados desde China, como medida provisional de defensa comercial.

Este arancel se suma al 10% ya aplicado a las importaciones de vehículos en la Unión Europea. La medida podría convertirse en permanente si no se forma una mayoría suficiente de países miembros que la bloqueen en una votación futura.

Por tanto, la guerra comercial entre Bruselas y China tiene su origen a mediados de este 2024. Y es que, según el Ejecutivo del gigante asiático, la UE ha introducido 31 restricciones comerciales y de inversión contra China, incluidas 25 medidas comerciales correctivas.

Por su parte, el Gobierno del gigante asiático, a petición de las asociaciones de ganaderos del país, ha comenzado a estudiar un posible veto al sector porcino.

China ya había advertido que «tomará las medidas necesarias para salvaguardar firmemente los derechos e intereses legítimos» de su país tras los aranceles que Bruselas impuso sobre sus coches eléctricos.