El Banco de España advierte a Sánchez: «La deuda pública llegará al 120% del PIB si no reduce el gasto»
El Banco de España se ha sumado al Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus críticas a la elevada deuda pública española. Al igual que este organismo, cree imprescindible que el Gobierno de Pedro Sánchez acometa un plan de consolidación fiscal que reduzca el gasto público; en caso contrario, cree que la ratio de endeudamiento seguirá subiendo en el futuro hasta alcanzar niveles del 120% del PIB.
«En ausencia de las medidas de consolidación que requerirá el cumplimiento de las nuevas reglas fiscales europeas, las proyecciones del Banco de España siguen contemplando para los próximos años una senda moderadamente creciente del coste medio y del nivel de la deuda pública», explica el Informe de Estabilidad Financiera que publica semestralmente el Banco de España.
Así, analiza «la evolución esperada de la ratio de deuda pública de España hasta el año 2040 bajo el supuesto de ausencia de cambios en las políticas fiscales y presupuestarias (lo que supondría un incumplimiento de
las nuevas reglas fiscales). Esto situaría de forma esperable la deuda pública en niveles cercanos al 108% del PIB en 2026 y en el entorno del 120% en el año 2040».
El supervisor bancario reconoce que «la ratio de deuda pública sobre PIB se redujo en casi 4 pp [puntos porcentuales], hasta el 107,7%, apoyada en el fuerte avance del PIB nominal», es decir, por el crecimiento económico sumado a la inflación. «Este nivel de endeudamiento público es notablemente inferior al máximo alcanzado tras el inicio de la pandemia (125,3% en marzo de 2021), pero todavía superior al vigente al inicio de la misma (98,2% en diciembre de 2019), y elevado en relación con otros países de la Unión Económica y Monetaria (UEM)», recuerda.
Por ello, el Banco de España alerta del peligro de mantener una deuda pública tan elevada: «De acuerdo con estas expectativas, sigue vigente el diagnóstico de que el endeudamiento público representa una vulnerabilidad significativa para la economía española. El espacio fiscal reducido puede dificultar la absorción de nuevas perturbaciones sobre nuestra economía, ya sean de naturaleza real o financiera. Y un nivel alto de endeudamiento público puede hacer más sensible el coste de emisión a cambios en los mercados financieros sobre las expectativas de evolución de los tipos de interés oficiales o de la percepción de los riesgos».
El coste medio de las nuevas emisiones de deuda en 2023 alcanzó el 3,4%, 2,1 puntos porcentuales por encima de su nivel de 2022, y el Informe de Estabilidad estima que el coste medio de toda la deuda viva (del 2,3% en 2023) «se elevaría en aproximadamente 0,3 pp en los próximos tres años, hasta situarse en el 2,6% en 2026. A la mayor carga financiera se unirán otras presiones hacia un mayor gasto público, impulsado por factores como el envejecimiento de la población, las necesidades de inversión asociadas al cambio climático, la digitalización y el gasto en defensa».
Coincidencia con el FMI
El viernes pasado, el FMI publicó un informe en el que lamentaba que Sánchez desaprovechara la oportunidad de unos ingresos récord por impuestos para reducir el déficit y la deuda con más energía: «A medio plazo, a medida que el crecimiento se modere, la inflación se normalice y el auge de ingresos fiscales se atenúe, el déficit fiscal y la deuda pública se estabilizarían en torno a 3% y 104% del PIB, respectivamente, en ausencia de medidas adicionales de consolidación».
Por eso, pedía «un programa de consolidación plurianual para mantener la deuda en una trayectoria descendente clara y reconstruir el espacio fiscal. El hecho de que la economía esté funcionando prácticamente a plena capacidad y se esté beneficiando de las transferencias no reembolsables de los fondos NGEU justifica una orientación fiscal restrictiva sostenida, con el fin de restablecer la capacidad de la política fiscal para responder adecuadamente a futuras crisis y reducir la elevada deuda a medio plazo».
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