Economía
Vivienda

La banca vaticina que el precio de la vivienda caerá hasta un 5% en 2023 por el deterioro económico

  • Nayara Mateo
  • Redactora de economía, especializada en el sector inmobiliario, turismo, consumo y distribución. Antes en Expansión, Efe y Brainsre.news.

La banca vaticina que el precio de la vivienda caerá hasta un 5% en 2023 por el deterioro económico, el encarecimiento de las hipotecas y el endurecimiento de las condiciones de financiación. En concreto, los analistas de ING estiman que el precio de la vivienda crecerá en torno a un 7% en 2022, «pero se ralentizará hasta el 1% el próximo año, lo que significa que el crecimiento nominal de los precios no podrá seguir el ritmo de la inflación. Con una tasa de inflación prevista del 4,4% para 2023, el crecimiento real de los precios el próximo año será negativo (-3,4%)», explica la entidad en su informe ‘Perspectivas del mercado inmobiliario español’.

ING señala que el mercado inmobiliario se enfriará debido a un cóctel de subida de los tipos hipotecarios, deterioro de las perspectivas económicas y alta inflación que erosiona el poder adquisitivo de los hogares.

En este sentido, el Observatorio Inmobiliario del segundo semestre de BBVA revela que la venta de viviendas sufrirá una ligera contracción en 2023, pese a que el nivel de transacciones seguirá siendo elevado, mientras que la iniciación de nuevas promociones se estancará y el precio bajará en torno a un 2,4%.

El informe de BBVA también recoge que, si bien el coste de algunos materiales de construcción ha comenzado a reducirse respecto al máximo del primer semestre, buena parte de ellos permanece en niveles relativamente elevados. Sin embargo, a su juicio, la consolidación de la progresiva reducción de los cuellos de botella y del coste de transporte contribuirían a afianzar esta reducción de precios.

En esta misma línea, Bankinter prevé que tras un 2022 con el precio de la vivienda al alza, los dos próximos años se producirán caídas del 3% en 2023 y 2% en 2024. La entidad dirigida por Dolores Dancausa habla de «un pequeño ajuste que dista mucho de lo ocurrido en 2007», cuando estalló la burbuja, y de «pérdida de atractivo de la inversión en vivienda para alquiler». Asimismo, el banco estima también que la compraventa de viviendas bajará un 13% en 2023 y un 5 % en 2024.

Por su parte, CaixaBank Research apunta que el precio de la vivienda «se ralentizaría de forma notable en 2023», pero espera que se mantenga en «una tasa de crecimiento positiva» estimada en el 1,7% frente al 7,1% previsto para 2022, según se desprende de su informe ‘Perspectivas económicas y del sector inmobiliario ¿Cómo será el actual ciclo inmobiliario?’.

Evolución del precio

Aunque estas son las perspectivas de futuro de la banca, el precio medio de la vivienda nueva y usada mantiene actualmente el impulso alcista y registra un incremento del 9,2% en tasa interanual en octubre, tras aumentar un 1,6% en el último mes, con tasas positivas en todos los grupos. En concreto, el índice general se sitúa un 19,5 % por debajo del máximo alcanzado en diciembre de 2007, según la estadística Tinsa IMIE General y Grandes Mercados de octubre.

De ella se extrae que el grupo de las ‘Capitales y grandes ciudades’, que habían ralentizado su evolución en agosto y septiembre, se reactivaron en octubre con una subida mensual del 1,8%, la mayor entre los grupos analizados, seguidas de las ‘Áreas metropolitanas’ e ‘Islas’, ambas con un aumento del 1,6% entre septiembre y octubre. La tendencia alcista se modera en ‘Costa Mediterránea’ y ‘Resto de Municipios’.

«La evolución de los precios refleja una demanda residencial que continúa activa, si bien el incremento de los tipos de interés hace esperar una ralentización de las compraventas durante los próximos meses derivada del endurecimiento de los criterios de concesión de riesgo de las entidades financieras y del encarecimiento de las hipotecas, ambos factores que dificultan el acceso a la financiación, así como de las expectativas de desaceleración económica a consecuencia del cambio en la política monetaria del BCE que pueden modificar la intención de compra de algunos hogares», afirma Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa.