`
Economía
OCU

El aviso de la OCU sobre los regalos de los bancos que todos pasamos por alto

En estos tiempos en los que cada céntimo cuenta, los bancos parecen haber encontrado la fórmula perfecta para atraer clientes y que se basa principalmente, en el hecho de prometer regalos jugosos a cambio de abrir una cuenta. Desde televisores hasta transferencias en efectivo, las ofertas pueden sonar demasiado buenas para dejarlas pasar. Y claro, ¿quién no se siente tentado ante 300 euros gratis solo por domiciliar la nómina? Sin embargo no somos conscientes de algo de lo que advierte la OCU, cada vez que los bancos ofertan sus regalos: la letra pequeña.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha dado un paso al frente para recordarnos que, cuando se trata de promociones bancarias, nada es realmente gratuito. De hecho, advierte de que muchas de estas ofertas llevan asociadas condiciones que pueden pillarnos desprevenidos si no leemos con detenimiento el contrato, dado que en la mayoría de los casos implica permanencia o que a la larga, el regalo en cuestión, nos salga más caro de lo que pensamos. Conozcamos bien qué es lo que explica la OCU sobre los regalos de los bancos y qué debemos hacer al respecto.

La advertencia de la OCU sobre los regalos de los bancos

Los regalos que ofrecen los bancos no son un invento nuevo, pero en los últimos años se han sofisticado. Ahora no hablamos sólo de un juego de sartenes o una vajilla, sino de importes de hasta 500 euros, relojes inteligentes, cheques de supermercado o incluso pequeños electrodomésticos de última generación. Sin embargo, lo que muchas personas pasan por alto es que esas recompensas están lejos de ser sin compromiso.

La OCU ha insistido en que los regalos de los bancos suelen venir acompañados de cláusulas que no se explican con la claridad necesaria. Por ejemplo, el compromiso de permanencia es una de las condiciones más comunes: más del 70% de las ofertas exigen que mantengas la cuenta activa durante al menos 12 o 24 meses. ¿Y qué pasa si decides marcharte antes? Pues que podrías tener que devolver parte (o incluso la totalidad) del regalo recibido. Ya sea en forma de dinero o de un producto material.

Pero eso no es todo. En muchas ocasiones, la entidad exige también otros requisitos que no siempre se tienen en cuenta: un ingreso mínimo mensual, la domiciliación de recibos, o la contratación de productos adicionales como tarjetas de crédito, seguros o fondos de inversión. Y si alguno de estos compromisos no se cumple, el banco no dudará en actuar. A veces lo hace retirando los beneficios; otras, cobrando comisiones inesperadas.

Condiciones que excluyen a muchos consumidores

Uno de los aspectos que más preocupa a la OCU es cómo este tipo de promociones de los bancos pueden excluir (sin decirlo abiertamente)  a determinados perfiles de usuarios. Las exigencias de ingresos mínimos son un buen ejemplo: muchas ofertas requieren un ingreso estable de entre 600 y 1.200 euros al mes. ¿Y qué ocurre con estudiantes, personas desempleadas, jubilados o autónomos con ingresos variables? Sencillamente, quedan fuera.

Y no sólo quedan excluidos de la posibilidad de recibir el regalo: si intentan acogerse a la promoción y luego no cumplen con los requisitos, pueden enfrentarse a sanciones encubiertas. Algunos bancos introducen comisiones que antes no existían, o eliminan beneficios sin aviso previo. En los casos más graves, solicitan la devolución del dinero o del producto recibido.

Desde la OCU lo tienen claro: es fundamental leer el contrato con calma y hacer preguntas si hay algo que no se entiende. En el entusiasmo por recibir un regalo o dinero gratis, muchos consumidores pasan por alto detalles clave. Y es entonces cuando lo que empieza como un incentivo termina siendo una fuente de frustración y gasto inesperado.

La trampa está en lo que no se dice

Otra de las advertencias importantes que lanza la OCU tiene que ver con la famosa letra pequeña. Es ahí donde se esconde la mayoría de las condiciones menos favorables para el usuario. No siempre están visibles en el primer documento que firma el cliente; a veces aparecen en anexos, cláusulas adicionales o en la web del banco, pero no en la sucursal.

Entre las trampas más frecuentes están las comisiones diferidas: durante los primeros seis meses todo parece gratuito, pero pasado ese periodo empiezan a aplicarse cargos por mantenimiento, transferencias, gestión de tarjetas o uso de cajeros. Y como suele pasar, para cuando te das cuenta ya estás atrapado en el compromiso de permanencia.

La OCU insiste en que no basta con los que nos prometen en el presente. Es importante saber qué va a pasar en el futuro con la cuenta que se oferta sin comisiones, o qué condiciones cambiarán una vez termine el periodo promocional. La organización recuerda que, según sus estudios, uno de cada tres usuarios no está satisfecho con su banco, y gran parte de esa insatisfacción viene precisamente de los costes ocultos y las expectativas incumplidas.

Lo mejor es comparar y estar bien informado

En vista de todo esto, la OCU anima a los consumidores a convertirse en usuarios informados. Su primera recomendación es clara: compara. No te quedes con la primera oferta que te parezca atractiva, y no pongas el foco únicamente en el regalo. Compara comisiones, requisitos, condiciones de uso, accesibilidad digital, atención al cliente y, sobre todo, la política de permanencia.

Otro consejo clave es tener muy claro para qué necesitas la cuenta. Si sólo la vas a utilizar para domiciliar la nómina y hacer pagos básicos, quizás no necesites una cuenta premium ni un televisor de regalo. Y si sabes que no vas a cumplir con los requisitos que impone la promoción, lo más sensato es rechazarla directamente.