Economía
Energía

Arias Cañete avisa: la reforma del mercado eléctrico provocará una luz más cara y menos limpia

El ex comisario europeo de Energía y ex ministro del PP, Miguel Arias Cañete, ha criticado la propuesta del Gobierno español para reformar el mercado eléctrico europeo. El político ha insistido en que «no se puede hacer una reforma del mercado eléctrico a nivel europeo con prisas. Estoy muy preocupado de que se haya hecho esta propuesta sin un estudio de impacto sólido. Además, el impacto en los veintisiete países es muy diferentes y afecta a la libre competencia de forma distinta en cada territorio».

En su intervención en el Observatorio sobre Derecho de la Energía del Centro de Innovación del Derecho (CID-Icade), Arias Cañete ha incidido en que «el diseño del mercado que salga debe ofrecer precios competitivos, garantizar la seguridad energética y la descarbonización de la economía».

Durante la jornada se han analizado los aspectos más destacados de la propuesta del mercado de la electricidad presentada recientemente por la Comisión Europea, así como los defectos fundamentales que presenta la propuesta de reforma elaborada a tal fin por el Gobierno español.

En este sentido, los expertos que han participado han coincidido en que «la propuesta española para la reforma del mercado eléctrico supondrá una electricidad más cara y menos limpia».

Consulta pública

El pasado 23 de enero, el Ejecutivo comunitario lanzó una consulta pública de tres semanas sobre las prioridades de la reforma de las normas del mercado eléctrico. La consulta, que debe servir de base a una propuesta legislativa prevista para el mes marzo, pretende dar respuesta a dos cuestiones principales: cómo proteger a los consumidores de las perturbaciones externas de los precios y cómo garantizar que los inversores reciban las señales a largo plazo para seguir invirtiendo en energías renovables y gestión de la demanda.

Los expertos han coincidido en que cualquier diseño de mercado puede mejorarse, pero es esencial que la próxima propuesta legislativa de la Comisión contribuya a mejorar el marco de contratación de los clientes, impulsar la inversión en tecnologías limpias, garantizar la confianza de los inversores, así como preservar los múltiples beneficios que el mercado interior de la energía ha aportado a la Unión Europea.

A pesar de que el nuevo diseño debería construirse bajo estas premisas, los expertos del sector señalan que existe una honda preocupación acerca de las barreras que puede erigir esta nueva regulación y que supondría poner en peligro las nuevas inversiones sostenibles.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec), Marina Serrano, ha dicho que «la propuesta española parte de premisas erróneas. Se basa en un supuesto fallo del mercado y en los llamados beneficios caídos del cielo, pese a que se ha demostrado que más del 70% de electricidad que se ha vendido se ha hecho por debajo del pull». Asimismo, ha criticado que «el Gobierno español ha presentado una propuesta que no ha contado con la participación ni de los operadores ni de cualquier otro agente afectado».

Golpe a España

Recientemente, la ministra Teresa Ribera ha sufrido un duro golpe desde Bruselas por este asunto. Un bloque de siete países liderado por Alemania ha remitido una carta a la Comisión Europea en la que reclama una reforma del mercado eléctrico limitada que mantenga los beneficios reportados por el sistema en la última década y que no comprometa los objetivos climáticos y energéticos de la UE, un planteamiento contrario al de países como España, que aboga por una revisión estructural.

La carta, también suscrita por Dinamarca, Países Bajos, Finlandia, Luxemburgo, Letonia y Estonia, destaca la resistencia del mercado eléctrico ante la crisis derivada del ataque de Rusia a Ucrania y recuerda que su integración ha reportado «enormes beneficios» a la UE que ascienden a 34.000 millones de euros anuales en la última década.

Entre esos «beneficios», los países subrayan «precios mayoristas más bajos, mayor seguridad de suministro y la posibilidad de integrar a gran escala las energías renovables», por lo que piden que la reforma del mercado de la electricidad se evalúe en función de su contribución a estos tres objetivos clave.