Economía

ACS se queda finalmente con Imtech Spain como adelantó OKDIARIO

Grupo Masa, filial de ACS, se queda finalmente con la división industrial de Imtech Spain, propiedad del fondo buitre Springwater, como adelantó OKDIARIO. El magistrado ha emitido el auto de adjudicación y ha decidido que la constructora ha puesto sobre la mesa la oferta más favorable económicamente y la que mantenía más empleo. De hecho, la oferta de ACS contaba con el beneplácito de los sindicatos y del administrador concursal.

Imtech Spain, en concurso de acreedores desde el mes de enero, se libra de Martin Gruschka, administrador social de la firma suiza, y pasa a manos del grupo español. El magistrado ha decidido que ACS se quede con la división industrial y dejar fuera las ofertas de consorcio temporal Dominion-Ditecsa y del fondo de capital riesgo Sherpa Capital.

Masa comprará Imtech Spain, sin embargo, el camino hasta llegar aquí no ha sido sencillo. Sherpa Capital, conocido por la agresividad de sus inversiones en el sector de capital riesgo de compañías ‘en situaciones especiales’, al parecer, llegó a la compañía de la mano del propio Gruschka.

Según fuentes del sector, el administrador único de Springwater firmó con el fondo un acuerdo de exclusividad para la venta de la parte industrial de Imtech Spain cuando ésta ya se encontraba iniciando la situación concursal. Esta decisión, que contaba con la oposición del equipo director de la compañía, limitaba drásticamente la concurrencia en el proceso de venta de un atractivo y significativo conjunto de unidades de producción de una compañía concursada y con un gran ERE en ciernes.

Afortunadamente, al final las presiones de la dirección, clientes, sindicatos e interesados en la compra, junto con el buen juicio de la administración concursal, acabarían abriendo el proceso de venta a los potenciales inversores industriales, aunque de forma tardía y acelerada, y además concediendo el juzgado a Sherpa Capital un derecho de tanteo para mejorar o igualar la mejor de las ofertas de sus competidores.
Fuentes cercanas a Imtech Spain señalan a OKDIARIO que la operación de compra se hace con el beneplácito de la administración concursal, los representantes de los trabajadores e incluso algunos de los grandes clientes, entre los que se encuentran Cepsa, Acerinox, BP Oil, Covestro, Endesa, CLH y Sekisui, entre otros.

La administración concursal, ostentada por la sociedad Zubizarreta Concursal, elaboró informe con un dictamen favorable a la oferta de Masa pues consideraba que, de las tres ofertas que había sobre la mesa, la de la filial de ACS es la óptima no sólo en lo que se refiere a la conservación de puestos de trabajo (se salvaría el 90% de la plantilla de Industria), así como en lo relativo a los intereses económicos de la concursada, sino también en la fiabilidad y viabilidad del plan de desarrollo e integración con la compradora, que ya cuenta con una fuerte estructura de gestión y una sólida presencia en el sector.

Por su parte, UGT – FICA, organización sindical con más del 50% de la representación de los trabajadores en Imtech, también remitió al juzgado de lo mercantil un escrito, al que ha tenido acceso este periódico, manifestando que, una vez examinadas todas las ofertas creen que la “más favorable” es la presentada por Masa.

Consideran, según consta en el documento, que presenta las “condiciones favorables por incluir: mantenimiento de las unidades productivas en una única empresa, inmediatez de adquisición, mayor aportación económica, cobertura de créditos contra la masa y salvaguarda de puestos de trabajo.

Imtech Spain, con 1.700 empleados y 150 millones de euros de facturación en 2015, es la filial española de la antigua multinacional cotizada holandesa que llegó a contar con más de veintidós mil empleados, a facturar más de 4.000 millones de euros y cuya matriz y filiales alemana y polaca quebraron estrepitosamente a mediados de 2016.

Springwater Capital compró Imtech Spain a finales de ese año. Según confirman a este periódico personas cercanas a la empresa, los problemas financieros venían de lejos (60 millones de euros de pérdidas en el periodo 2012-2015).

No obstante, fuentes del sector señalan que el fondo buitre no llegó a Imtech para reestructurar, mejorar y revertir la frágil situación, sino que, una vez extraído todo el rédito posible en el momento de la compra y pocos meses después, se desentendió totalmente del negocio. A mediados de 2016, hace justamente un año, un nuevo equipo directivo entró en la compañía para, por fin, iniciar un desesperado proceso de cambio y reestructuración. Las mismas fuentes explican, además, que gracias a las diversas iniciativas para desvincular personal ejecutivo, cerrar oficinas corporativas, optimizar la gestión del circulante y renegociar contratos y deudas con proveedores, Seguridad Social y Hacienda, se logró evitar lo que parecía el colapso inmediato e inevitable de toda la empresa con sus 1.700 trabajadores.

Los nuevos ahorros en costes, fundamentales para mitigar las estructurales pérdidas y para extender la continuidad de la actividad empresarial, se valoraban en 6 millones de euros anuales. Durante la segunda mitad de 2016 se inició también un urgente proceso de liquidación de los contratos del área de Servicios de mantenimiento para Edificación, gracias al cual se acabaron subrogando con éxito más de 300 puestos de trabajo que llevaban asociados costes de personal cercanos a los 10 millones de euros anuales.

Además, señalan, los fuertes cambios y mejoras generaron una inyección de esperanza y motivación, fundamentalmente en la división de Industria. Esta división no sólo mejoró significativamente sus ventas en el último trimestre del año, sino además consiguió adjudicarse nuevos grandes proyectos de gestión de paradas y montaje industrial. A finales de 2016 la división de Industria mantenía una cartera de contratos por valor de 65 millones de euros.

A día de hoy, pasados cinco meses desde que entró en concurso de acreedores, Imtech Spain está al corriente de todas sus obligaciones de pago en créditos contra la masa, que deben ser atendidos siguiendo estrictamente la normativa de la vigente ley concursal.

No obstante, según confirman, su situación de caja sigue siendo altamente crítica, no sólo porque soporta el peso y los costes no productivos de más de 150 empleados de la división de Edificación, sino también porque, dado el elevado nivel de incertidumbre, los grandes clientes industriales han reducido al mínimo sus pedidos, limitándose fundamentalmente a dar continuidad a los contratos de mantenimiento integral.

Fuentes cercanas a la operación, aseguraban a este periódico que la plantilla de Imtech Spain rechaza frontalmente la posibilidad de que, nuevamente, entre en la organización un fondo de capital riesgo. De hecho, también explican que, si finalmente triunfara la oferta de Sherpa Capital, habría una fuerte rebelión dentro de la empresa por parte de los trabajadores. Con la experiencia de Springwater, comentan, ha sido suficiente.

De hecho, desde UGT-FICA, en el documento anteriormente citado, manifiestaban su preocupación de que el fondo de capital riesgo Sherpa, finalmente pudiera ser el adjudicatario al poder ejercer su opción de igualar la mejor oferta. Es más, explican que, después de «la tortuosa experiencia vivida con el actual accionista, Springwater, tristemente célebre por su historial publicado en la prensa española, y sufrido por los trabajadores, no estarían en disposición de repetir de nuevo esta experiencia con Sherpa Capital».

Una vez cerrada la venta, no quedará más remedio que llevar a cabo un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que deberá afectar a alrededor de 300 personas, cifra que se puede considerar un gran éxito, si se tiene en cuenta que, de haberse hecho las cosas de otra manera, podían haber sido más de 1.500.

La llegada de Masa a Imtech Spain supondrá un salvavidas para el 90% del sector de industria de la compañía. La oferta de ACS, según explican, no contempla la delegación de Tenerife que consta de una plantilla de unas 40 personas y que, esperan, poder vender a otra compañía del sector.