¿Qué son el ‘lease-back’ y el ‘rent-back’?

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Renting en España. (Foto: GETTY).

Las dificultades para obtener financiación obligan a las compañías a tener que buscar alternativas que hasta el momento ni habían barajado para conseguir la financiación que desean. Se trata de una situación que, en muchos casos, pone en tensión a toda la organización, ya que sin esta financiación puede llegar a ser muy complicado seguir con la actividad diaria de la empresa. Ahora, hablaremos de otra fuente de negociación: el lease-back y el rent-back.

¿En qué consisten el lease-back y el rent-back?

Se trata de dos fuentes de financiación que traspasan la propiedad del bien en sí. El funcionamiento es el siguiente: la compañía transfiere la propiedad de un bien del cual es propietaria a una entidad a cambio del pago de una determinada cantidad de dinero. Por lo tanto, la propiedad del bien pasa a manos de la entidad y la empresa obtiene efectivo circulante en el momento.

A cambio, esta entidad firma un contrato de leasing o renting con la empresa por el cual la compañía realiza los correspondientes pagos mensuales de la cuota estipulada igual que en un contrato de leasing o renting cualquiera. Las características del contrato de leasing o renting son como se ha explicado en otras ocasiones: la diferencia principal es que, en el primer caso, existe la posibilidad de comprar el bien en cuestión (en este caso, por lo tanto, recuperar la titularidad), mientras que en el renting, no.

¿Cuáles son las ventajas de esta fuente de financiación?

Las principales ventajas del lease-back y el rent-back son las siguientes:

  • Permite obtener dinero en efectivo para hacer frente a las necesidades a corto plazo: una de las mayores preocupaciones de las empresas es financiar el día a día a corto plazo. Aunque la empresa funcione y no tenga problemas en términos de clientes o productividad, los periodos de cobro y de pago pueden generar tensiones en el circulante. Esta forma de financiación facilita hacer frente a estos pagos.
  • Permite seguir utilizando el mismo bien: la empresa no sufre ningún problema en referencia a su nivel de productividad ni cambio en los procesos porque sigue operando con el mismo bien.
  • En el caso del lease-back, permite recuperar la titularidad: en caso de superar las tensiones de tesorería y querer volver a tener el bien en propiedad, el lease-back lo permite una vez acabado el contrato.

¿Cuáles son sus principales inconvenientes?

Las principales desventajas de estas fuentes de financiación son:

  • Se pierde la propiedad del bien: lo más habitual es que la empresa consiguiera la propiedad del bien después de haber pedido un préstamo por el cual había tenido que hacer frente a unos intereses. En este caso, pues, se pierde el bien y, en cierto modo, se vuelven a pagar unos “intereses” en forma de la cuota mensual a pagar a la entidad.
  • Se debe de hacer frente a una cuota mensual: para conseguir la financiación a corto al momento, la empresa se endeuda y se ve obligada a hacer frente a unos pagos que a medio y largo plazo le pueden volver a generar tensiones.

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