Ni Miguel Ángel Gil y su ruidosa legión de periodistas afines al Atlético, ni Javier Tebas y su cohorte de pelotas y medios subvencionados van a conseguir que Real Madrid Televisión retroceda “ni un centímetro” cuando se trate de denunciar las injusticias y los errores arbitrales que sufre en su contra el Real Madrid con una reiteración que, cuanto menos, levanta dudas y suspicacias sobre la limpieza de la Liga.
Tanto al CEO del Atlético de Madrid, una de tales astillas del palo de Jesús Gil, como al presidente de la Liga de Fútbol Profesional, siempre solícito a acudir a criticar al Real Madrid y a su presidente, les escuece que el canal de televisión del club blanco emita imágenes, jornada tras jornada, en la que se demuestran los errores arbitrales que, de forma reiterada y a veces difícil de comprender con los medios técnicos actuales, perjudican al equipo de Ancelotti.
Surrealista Gil Marín: «El Real Madrid adultera la competición» https://t.co/l5kSs4gR0F
— okdiario.com (@okdiario) September 27, 2023
Miguel Ángel Gil llegó incluso a tomarse la licencia de acusar al Real Madrid de “adulterar la competición” porque los vídeos de la televisión del club blanco presionan a los árbitros. Sus comunicados y sus declaraciones no presionan a los muchachos del dúo Medina Cantalejo-Clos Gómez, pero las imágenes de los errores de los colegiados son una suerte de tortura psicológica insoportable para el colectivo arbitral.
Esa presión ficticia, que existe en la imaginación de Gil Marín, no fue tal, desde luego, para Munuera Montero, que perjudicó notablemente al equipo de Ancelotti en el derbi del Metropolitano al dejar sin sanción una falta clamorosa sobre Bellingham antes del 1-0 de Morata, perdonó la roja a Giménez antes del descanso y anuló el que habría sido el 2-2 a Camavinga por fuera de juego de Rüdiger en la acción previa, cuando el central madridista merodeaba el área como el resto de futbolistas pero sin que tuviera una intervención directa en el gol.
La campaña de Gil y Tebas
Pero eso no les importa ni a Miguel Ángel Gil, CEO del Atlético y a la sazón vicepresidente de la Liga, ni a Javier Tebas, presidente del organismo que agrupa a todos los clubes de Primera y Segunda división, aunque más presidente de unos que de otros. Su campaña contra el Real Madrid, burda y descarada, se extiende por todos los medios ‘amigos’ a los que la Liga de Tebas riega generosamente con publicidad institucional.
Mientras Gil Marín y Tebas siguen con su campa contra el Real Madrid, la realidad de la adulteración de la Liga no apunta hacia el Bernabéu sino hacia el Camp Nou. La Guardia Civil registró este jueves las oficinas del Comité de Árbitros en la sede de la Federación Española de Fútbol en busca de documentación requerida por el juez instructor del caso Negreira y que el organismo que manejan Medina Cantalejo y Clos Gómez se ha negado a enviar.
El juez Joaquín Aguirre, titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, ha imputado por cohecho al Barcelona, igual que a Bartomeu, Rosell, Negreira y su hijo. «El delito de cohecho se ha consumado al haberse realizado el pago, se demuestre o no la corrupción sistémica del arbitraje español a causa de tales pagos», recuerda el juez. El Fútbol Club Barcelona no usó un «tradicional método de pago» sino que usó «una forma novedosa de posible retribución ilegítima». Para el juez supone una «posible corrupción sistémica» en el CTA ya que Negreira controlaba el sistema de calificación de los árbitros.
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Pero con el caso Negreira, el mayor escándalo de la historia del deporte español, aún sin resolver, el presidente de la Liga y el CEO del Atlético de Madrid sólo tienen ojos para Real Madrid Televisión. Pues igual deben saber que si no quieren ver todas las jugadas que perjudican a los blancos y todos los arbitrajes que se han perpetrado contra el Madrid en las últimas temporadas, que no han sido pocos, lo mismo deberían coger el mando a distancia y cambiar de canal. Que Roures tiene muchos.