«Me están tirando demasiados palos», decía Ancelotti en la previa del partido que enfrentó a Girona y Real Madrid el pasado sábado en Montilivi. El italiano también es cierto que reconoció que aceptaba todas las críticas deportivas, diferente eran las personales. Esas sí le enfadan y motivos tiene de sobra para ello. Pero también es verdad, que el entrenador del conjunto blanco, el único técnico que ganado cinco Champions en la historia -tres con los blancos y dos con el Milan- también lleva varias semanas viviendo en el alambre. Siendo consciente de que el más mínimo resbalón inesperado y grosero puede tener serias consecuencias.
Desde aquella semana para el olvido en la que el Real Madrid sufrió un global de 1-7 en el Santiago Bernabéu tras jugar contra Barcelona -0-4- y Milan -1-3-, el crédito de Ancelotti se empezó a consumir como se suelen evaporar las cosas en la casa blanca. Poco importa que la temporada pasada ganase Liga, Champions y Supercopa de España. Tampoco que este año haya conquistado el único título que se ha disputado hasta la fecha, como es la Supercopa de Europa -que, precisamente, levantó ante la Atalanta en Varsovia- o que esté vivo en todas las competiciones. En el club de las 15 Copas de Europa sólo importa el presente y este dice que todo lo que no sea vencer en Bérgamo será meterse en un verdadero lío en la Champions para los madridistas.
Por ello, Ancelotti y su proyecto vuelven a tener un examen contra la Atalanta en la sexta jornada de la fase de grupos de la Champions. ¿Quiere decir esto que si pierde será despedido? No tendría porque, pero sí que estaría muy tocado. Si el Real Madrid no gana en Italia, se verá fuera de los 24 primeros equipos que siguen vivos en Europa a falta de dos jornadas para el final. Dos jornadas que se celebrarán en el mes de enero. Demasiado tiempo para hacer cálculos y dibujar escenarios.
Y es que, si el Real Madrid no es capaz de sumar los tres puntos contra la Atalanta, invicta en Europa, líder de la Serie A y que no pierde desde hace 14 partidos, verá como los duelos contra el Salzburgo, en el Bernabéu, y frente al Brest, en Francia, serán dos finales de máxima tensión para el vigente campeón de Europa.
En el Real Madrid tienen claro que si el equipo quedase eliminado a las primeras de cambio de la Champions, Ancelotti sería cesado inmediatamente. También puede tener problemas si no gana la Copa Intercontinental o cae con estrépito en la Supercopa de España que se celebrará en enero. Sin embargo, sólo habría un terremoto en Valdebebas si la derrota contra la Atalanta es de esas que hacen temblar los cimientos de cualquier club. En ese momento, el futuro del italiano sí que estaría muy cuestionado.
Solari, en la recámara
Y si esto pasase, el Real Madrid tiene perfectamente trazado el plan. Santiago Solari sería el elegido si en algún momento la directiva madridista tomase la decisión de destituir a Ancelotti antes de que acabe la presente temporada. El director de fútbol de club sería el designado y no hace falta que nadie le diga que se prepare, ya que lo está desde hace tiempo y sabe que es una posibilidad.
Solari es una figura más que valorada por el Real Madrid. Durante su paso por el primer equipo, donde estuvo cinco meses, fue el principal valedor de un Vinicius. Al brasileño le conocía bien de su etapa en el Castilla. El argentino le tuvo a sus órdenes en sus primeros meses en el club y, una vez que tomó las riendas de la plantilla, fue quien apostó por él, dándole galones en el primer equipo, donde había estrellas de la talla de Bale o Isco. Precisamente, fue el primero en sentar a pesos pesados como el propio malagueño, que a partir de entonces empezó a tener una relevancia mínima en el equipo, o a Marcelo.
La temporada era prácticamente irreconducible cuando Solari se hizo cargo del equipo en 2019, puesto que cogió a un vestuario hundido, después de la derrota por 5-1 en el Camp Nou que le costó el puesto a Lopetegui y con el que el equipo se despedía de sus opciones en Liga en octubre. Pese a sendas derrotas ante el CSKA de Moscú en Champions, consiguió clasificar al conjunto madridista en primera posición del grupo. Fueron dos derrotas ante el Barça en Copa y Liga y la eliminación en Champions en el Bernabéu a manos del Ajax en apenas una semana, las que le costaron el puesto.
En su paso por la cantera madridista también pulió otro talento como Fede Valverde. El primer entrenador que tuvo el argentino cuando llego a Valdebebas fue el argentino y con él empezó a crecer con la camiseta madridista. Siempre se le ha considerado un hombre de club.
