Deportes
Mundial 2018: Argentina - Croacia

El vestuario de Argentina es un polvorín y Sampaoli puede ser destituido

La selección de Argentina perdió contra Croacia y peligra su clasificación para el Mundial de Rusia 2018.

Argentina es un auténtico polvorín. La durísima derrota ante Croacia ha hecho mucho daño en el seno de la Albiceleste, que está al borde de la eliminación a las primeras de cambio en el Mundial de Rusia. Los principales señalados por la prensa argentina y los aficionados son Jorge Sampaoli, Willy Caballero y Messi. El primero por ser el máximo responsable como entrenador, el segundo por su error garrafal en el primer gol croata y el tercero porque estuvo totalmente desparecido y está haciendo un Mundial de lo más discreto.

En Argentina no gustan nada algunas decisiones que está tomando Sampaoli, y en el vestuario tampoco. Son horas de una tensión máxima en el seno de la selección y todavía puede explotar otra ‘bomba’. Y es que en Argentina varios medios aseguran que los jugadores han pedido a la AFA que destituyan de inmediato a Sampaoli. Los futbolistas no quieren que el ex entrenador del Sevilla dirija el próximo partido ante Nigeria, por lo que las próximas horas se antojan clave para saber qué ocurrirá en el banquillo.

En el caso de que se acabaran ‘cargando’ a Sampaoli, hay dos opciones sobre la mesa en estos momentos según cuenta la prensa de aquel país. La primera vía sería que Sebastián Beccacece, uno de los ayudantes del todavía seleccionador, tomara el mando. Otra opción sería apostar por Jorge Burruchaga, actual mánager de la selección argentina. Algo parecido a lo que ocurrió en España con Fernando Hierro y Julen Lopetegui, aunque en este caso sí han sido los jugadores argentinos los que se han amotinado para pedir el cese.

Lo que parece evidente es que la relación de Sampaoli con los jugadores no es nada buena. Tras el partido, Agüero fue cuestionado por unas palabras del seleccionador, que vino a decir que los futbolistas no se habían adaptado a su método, y el delantero del Manchester City respondió visiblemente enfadado: «Que diga lo que quiera…».