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La segunda vida de Saúl Ñíguez

El alicantino vuelve a su mejor versión tras tres años en la sombra

Lleva ya tres asistencias de gol más otra que inexplicablemente no le da la Liga

Ha aprovechado la lesión de Lemar y ahora es indiscutible en el once inicial

Ayer jugó su partido 300 en Primera División

Bienvenidos a la segunda vida de Saúl Ñíguez, a la resurrección de un futbolista que estuvo en lo más alto del podio, pero que también vivió un prolongado descenso a los infiernos que ha durado más de tres años. Autor de dos asistencias ante el Real Madrid, ha recuperado su mejor versión y vuelve a ser un jugador muy importante para Simeone. Ante el eterno rival jugó su partido 300 en Primera División, 266 con la camiseta del Atlético de Madrid y 34 con la del Rayo Vallecano, equipo en el que jugó cedido la temporada 13-14. Cerca de cumplir 29 años está todavía a tiempo de recuperar el terreno perdido.

300 partidos ya.

El futbolista ilicitano, que durante años formó con Koke una pareja que pareció indestructible en el medio centro, empezó a mostrar brotes verdes en la recta final de la pasada temporada marcando tres goles y aumentando una prestaciones que habían disminuido sensiblemente, pero ha sido en el arranque de esta temporada cuando mejor se le ha visto, sobre todo a partir del encuentro ante el Rayo en Vallecas.

Su partido de ayer ante el Real Madrid fue la mejor demostración de que ha vuelto el Saúl que se ganó por derecho propio un puesto en la selección. Dos de los tres goles del Atlético salieron de sus botas y su aportación como interior izquierdo fue una de las bases sobre las que se sustentó el triunfo del equipo de Simeone. Dado que Lemar, que es su competencia más directa, va a estar entre cuatro y cinco meses fuera del equipo, tiene tiempo de sobra para afianzarse como titular. No es ni mucho menos demasiado tarde para él y el Cholo está encantado de haberle recuperado. Fue de los pocos que nunca dejó de creer en él. Tampoco en esto se equivocaba.