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El Real Madrid, un fijo en las finales de Eurocopa

Cristiano Ronaldo y Pepe darán continuidad a la racha de jugadores del Real Madrid en la finales de Eurocopa. Habrá un jugador del Real Madrid el próximo 10 de julio en París, fecha y lugar acordados para la cita por la conquista de la Eurocopa, a la que acudirán dos pretendientes y sólo uno podrá contarle a los suyos cada detalle de su triunfo. Allí, además de Cristiano (y Pepe; torneazo el suyo) o Bale, podría estar Kroos, que ha prolongado su gran final de temporada para erigirse timonel de una Alemania que amenaza el sueño francés en la otra semifinal. Incluso más allá de lo que abarca el entorno blanco, ya se considera a los tres madridistas como candidatos al Balón de Oro.

Siguen pasando los años y no hay verano tranquilo para el madridista de pro. Cuando no es por la llegada de una nueva estrella que parece inminente y se acaba eternizando, es por el gran torneo de selecciones de turno de uno de los suyos. Y es que en verano, cada año de Eurocopa, se lleva el blanco: desde la de 2000, siempre ha habido un mínimo de un jugador del Real Madrid en la final.

Tres triunfos en el siglo XXI

La racha empezó por donde debía hacerlo: por el principio. Año 2000, primera Eurocopa de este siglo y primera victoria. Karembeu y Anelka formaron parte del triunfo francés en Bélgica y Países Bajos. A la siguiente oportunidad, siguiente final alcanzada: la Portugal de Figo, con un Cristiano que ya apuntaba maneras, se tuvo que quedar al borde del éxito por culpa de una Grecia heroica. 

En 2008 y 2012, entre el rojo español del que se tiñó Europa hubo matices blancos, los de Casillas, Sergio Ramos, Albiol, Arbeloa y Xabi Alonso. Además, en la de 2008 también estuvo Metzelder, plata con Alemania. La de Francia 2016 será la quinta Eurocopa consecutiva con presencia madridista en la final. El Cristiano-Bale fue un win-win para el Madrid, que con un triunfo portugués también mete a Pepe en el último partido del torneo. Pero la cosa puede ir a más si Kroos y su Alemania tumban a la anfitriona Francia.

Empezó el siglo XXI y, 16 años y casi cinco ediciones después (tres campeonatos, un subcampeonato y una incógnita por conocer), las finales de Eurocopa siguen pintando en blanco.