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Tenis: Wimbledon

El nuevo ‘ojo de halcón’ de Wimbledon siembra dudas a Alcaraz: «Hay decisiones que no estoy seguro»

El murciano reclamó un punto que el sistema se lo concedió a Struff

El nuevo sistema de cámaras sustituye a los tradicionales jueces de línea

Alcaraz acelera para frenar a Struff y plantarse en octavos de Wimbledon

Wimbledon abraza a las nuevas tecnologías y Carlos Alcaraz fue el último en comprobar su funcionamiento. El torneo más tradicional del tenis profesional se va abriendo a la nueva realidad del tenis. Va quemando lenta, aunque inexorablemente, figuras históricas como las de los jueces de línea, que han sido reemplazados tras 147 años de presencia en el All England Club.

En su lugar hay 12 cámara de Sony cuyo fin es seguir la trayectoria de la pelota y proporcionar un mayor análisis de juego y arbitraje más preciso. Los principales motivos son la escasez de árbitros durante los últimos años y los violentos episodios que les ha tocado vivir. No obstante, la tecnología todavía no está exenta de errores. O dudas mejor dicho. Las tuvo Alcaraz durante su partido contra Struff.

Una derecha del tenista alemán cayó al fondo de la pista y el nuevo ojo de halcón lo dio por válido, mientras que Carlitos esperaba lo contrario. Eso dejaba ver su reacción. Miró con cara de incredulidad al árbitro y posteriormente lo verbalizó. «Hay algunas decisiones de las que no estoy seguro, no es la primera vez», explicó. El punto se lo quedó el tenista alemán y las dudas el nuevo sistema implementado.

«Consideramos que la tecnología es lo suficientemente sólida y que ha llegado el momento de dar este importante paso en la búsqueda de la máxima precisión en nuestro arbitraje. A los jugadores, les ofrecerá las mismas condiciones en las que han jugado en otros eventos del circuito. Los jueces de línea han desempeñado un papel fundamental en nuestro sistema de arbitraje durante muchas décadas y reconocemos su valiosa contribución y les agradecemos su compromiso y servicio», explicó Sally Bolton, directora ejecutiva de Wimbledon cuando anunciaron el cambio.

Este es el paso definitivo de Wimbledon hacia el tenis actual. El torneo más clásico del circuito ha eliminado una tradición de 147 años. También ha remodelado la pista con un techo retráctil y tiene aprobado el proyecto de ampliación del All England Club. Todavía mantiene el color blanco en la vestimenta como pieza fundamental de su normativa, aunque cada edición se relaja más la estricta norma. Se permitió publicidad en las camisetas y a las mujeres mayor libertad a la hora de escoger un color más oscuro. Todo de acuerdo al tenis del siglo XXI.