Ni lesionado se libra de los traspasos: Ricky Rubio pone rumbo a Indiana

A Ricky Rubio siempre le han acompañado dos peligrosos enemigos a lo largo de su carrera en la NBA: las lesiones graves y los traspasos inesperados. Ahora, encima tiene que sufrirlos de golpe. Cleveland Cavaliers han anunciado su salida rumbo a Indiana Pacers mientras se sigue recuperando de su rotura de ligamento cruzado en la rodilla izquierda.

El movimiento se enmarca en el peculiar sistema de fichajes y contratos de la NBA y no será extraño que el base español ni siquiera llegara a vestir nunca la camiseta de los Pacers. Se encuentra en el último de los tres años de contrato que firmó en su momento con Phoenix Suns y el próximo verano será libre para negociar su futuro. Ni siquiera es descartable que vuelve a ser traspasado esta misma semana.

Lo único seguro por el momento es que Rubio forma parte de la operación entre Cavaliers y Pacers: llega a Indiana junto con una futura selección de primera ronda y múltiples futuras selecciones de segunda ronda en en el Draft. A cambio, Cleveland recibe a Caris LeVert y una futura selección de segunda ronda.

Gracias @rickyrubio9! ❤️💛 pic.twitter.com/HKMVdYEQ5k

— Cleveland Cavaliers (@cavs) February 7, 2022

El internacional español, elegido MVP en el Mundial 2019 c0nquistado por la selección, llegó a la NBA en 2011 y vivió una primera etapa de estabilidad con Minnesota Timberwolves, donde vivió sus seis primeros años en la lista estadounidense. Todo cambió a partir de 2017, cuando se mudó a Utah Jazz antes de pasar por Phoenix, de nuevo Minnesota y Cleveland, donde estaba rindiendo a gran nivel hasta que su rodilla volvió a quebrarse el pasado 30 de diciembre.

A sus 31 años, Ricky no ha escondido en los últimos tiempos su disgusto por tantos cambios. Igual que le pasó en Utah o Phoenix, vuelve a abandonar un equipo en el que estaba mostrándose en plena madurez.  Borrón y cuenta nueva, otra vez. En el horizonte, siempre le queda la baza de regresar a Europa en busca de la tranquilidad que se le resiste al otro lado del Atlántico.